El Ministerio de Defensa francés tenía previsto avanzar el pasado viernes su programa de 3.800 millones de euros para la adquisición de nuevas fragatas. Una comisión de inversiones de ese departamento tenía previsto su aprobación ese día, pero un cambio en el orden de la jornada lo pospuso.
El proyecto, que supone la construcción por los astilleros DCNS junto con la compañía de electrónica Thales de cinco fragatas intermedias, de 4.200 toneladas cada una, de modo que la primera esté lista en 2023.
Dos fuentes han revelado la reunión prevista de la comisión, que explica la intención del titular de Defensa, Jean-Yves Le Drian, de lanzar este programa antes de las elecciones presidenciales, cuya primera vuelta tendrá lugar el próximo 23 de abril. La segunda, de celebrarse, está programada para el 7 de mayo. Seguidamente, en junio, tendrán lugar elecciones parlamentarias.
Ante este panorama de comicios, el objetivo es iniciar el proceso administrativo de adquisición de las nuevas fragatas durante estas semanas previas. Para ello debe reunirse la citada comisión ministerial, lo que dará vía libre a los funcionarios de Defensa para buscar fondos del Ministerio de Economía y Finanzas e incluso para la firma de contratos con la industria.
El programa, denominado FTI por las siglas de Fragata de Tamaño Intermedio, prevé que sus cinco unidades se sumen en la década de 2030 a las ocho de la clase Fremm, que actualmente se encuentran en construcción, y las dos Horizon ya operativas, en ambos casos desarrolladas junto a Italia.
Cada FTI desplazará en torno a 4.200 toneladas a lo largo de sus 122 metros de eslora y casi 18 de manga y acogerá a una tripulación de 125 oficiales y marineros, incluido el personal de la aviación embarcada, ya que será capaz de alojar un helicóptero y/o un dron. Sus capacidades llegarán a todos los campos del combate naval: la lucha antisubmarina, antiaérea, la guerra contra naves de superficie y la proyección de fuerzas especiales.
Visualmente, el futuro buque será fácilmente identificable por su mástil único, donde irá emplazado un radar de barrido electrónico totalmente digital, y sobre todo por su proa con una ligera inclinación en ángulo contrario al habitual, al estilo en este último caso al del destructor estadounidense DDG 1000.
Los barcos serán capaces de desplegarse o bien en solitario o bien como parte de una fuerza combinada, como el caso de un grupo de combate de portaaviones.
Este proyecto se considera vital para la exportación. La versión de los nuevos buques para su venta en el mercado exterior recibirá el nombre de Belh@rra. Con ella DCNS tiene la intención de continuar el éxito logrado con las fragatas de clase La Fayette, una referencia en el mercado naval militar con más de veinte unidades vendidas a cuatro armadas, en concreto Francia, Arabia Saudí, Singapur y Taiwan.
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