La Bomba Aérea de Vacío de Potencia Aumentada (AVBPM, por sus siglas en ruso), está en los arsenales de la Fuerza Aérea rusa. Fue probada en 2007 y debido al carácter sumamente clasificado de este armamento, no se ha dado a conocer ni su fabricante, ni la cantidad de bombas producidas. El gobierno ruso confirmó haber probado este artefacto a la que se le conoce como “el padre de todas las bombas”.
Su capacidad destructiva es cuatro veces superior a la estadounidense y dice ser la bomba convencional (no nuclear) más potente que exista en el planeta.
La poca información pública que se conoce de este ingenio, incluso en los sitios de noticias rusos, proviene de un reportaje de la televisora estatal rusa de hace casi 10 años.
Esa emisora en septiembre de 2007 presentó las imágenes y especificaciones del artefacto a través de un video en el que un avión Túpolev lanza al “padre de todas las bombas”.
Su detonación genera tal explosión en tierra, que después del estallido la zona queda llena de pequeños cráteres que muestran las terribles consecuencias de una explosión termobárica. “Los resultados de esta munición aérea han demostrado que su eficiencia y capacidad se asemeja a la de una cabeza nuclear. Al mismo tiempo no tiene ningún efecto contaminante para el medio ambiente, a diferencia de lo que ocurre con las armas atómicas”, señaló entonces el jefe interino del Estado Mayor General ruso, Alexánder Rukshin.
¿Qué hace esta bomba?
Se llama “bomba termobárica” por el tipo de reacción a alta temperatura que tiene, explica el analista militar británico Robert Hewson.
Tiene un efecto vaporizador sobre los seres vivos que estén en su primer radio de explosión, así como destrucción completa de todos los edificios que se encuentran a su alrededor.
Actúa en dos momentos: primero, en una primera detonación antes de su caída al terreno libera material explosivo gasificado; luego genera una ignición que enciende la nube explosiva y logra su efecto arrasador.
En el caso de la bomba rusa AVBPM, su detonación afecta un radio de 300 metros, el doble que la “madre de todas las bombas” de EE.UU, conocida como MOAB, por sus siglas en inglés.
“Una fuerte caída de presión crea una onda de choque de gran poder destructivo”, explica el sitio de análisis armamentístico Global Security.
Además, los gases generan un vacío que tienen la capacidad de arrastrar objetos hacia el centro de la explosión.
Al presentar el artefacto en septiembre de 2007, el general Alexander Rukshin, de las Fuerzas Armadas de Rusia, aseguró que “esta munición de aire ha demostrado que puede ser comparada con un arma nuclear por su eficiencia y capacidad”.
Según los detalles presentados, la AVBPM tiene un peso de 7,100 kilogramos y su carga explosiva tiene una equivalencia a 44 toneladas de TNT.
En cambio, la MOAB tiene un peso de casi 10.000 kilogramos y una carga similar a 11 toneladas de TNT.
“Se puede discutir sobre los números y qué escala tiene esto, pero los rusos tienen una larga y probada historia en el desarrollo de armas en la clase termobárica”, opina Hewson.
“Creo que es probable que esta sea la mayor bomba no nuclear del mundo”, añadió.
¿Cómo se usaría?
EE.UU. utilizó por primera vez su MOAB en contra de un objetivo militar el pasado 13 de abril, pero en el caso ruso no hay registro de que la AVBPM haya sido usada hasta ahora en combate.
La televisión rusa mostró a un bombardero Tu-160 soltando la bomba sobre un terreno de prueba, a lo que siguió la poderosa explosión que dejó a un edificio de cuatro pisos reducido a escombros.
Pero su reacción gasificante también la hace eficaz para causar bajas en túneles o búnkeres, de forma similar a como fue usada la MOAB en el complejo subterráneo de los militantes del Estado Islámico en Afganistán hace unos días.
Según Global Security, en el radio de 90 metros tiene tiene un efecto de destrucción total, incluso de las más sólidas estructuras. Su explosión puede destruir 80 manzanas de una ciudad frente a las 9 de la bomba estadounidense. Además, la bomba rusa produce un área dos veces mayor de destrucción y la temperatura que alcanza en el epicentro de la explosión es el doble que la que se consigue con una GBU-43/B (MOAB)
En 200 metros, puede derribar estructuras no fortificadas, pero su onda de choque incluso puede romper cristales a 1,1 km, de distancia y golpear a una persona a dos kilómetros y medio.
Tom Burky, del centro de desarrollo de armamento Battelle, dice que es preferible usar las bombas termobáricas en sitios donde la fragmentación de las bombas convencionales no funciona muy bien.
Sin embargo, en su análisis señala que la ignición de material explosivo es “muy difícil de controlar en el campo de batalla“, lo que no las hace muy prácticas para objetivos de precisión.
Dudas en la prueba rusa
Algunos analistas consideran que la prueba del “padre de todas las bombas” mostrada por los medios rusos genera preguntas.
En su análisis, Sascha Lange, del Instituto Alemán para Asuntos Internacional y de Seguridad, señala que el avión Tu-160, conocido como Blackjack, no parece ser el mismo del que cae la AVBPM.
“El Blackjack, un bombardero estratégico, se muestra en las imágenes abriendo la escotilla de bombas, pero no se ve que el arma caiga del avión. Se hace un corte y luego un cuerpo cae de un avión diferente”, dice Lange.
El video muestra que la bomba es deslizada por la parte trasera de un avión, por lo que hace pensar que fue lanzada por una aeronave de carga, no un Tu-160, que deja caer su carga de forma vertical.
“La aparición de patas en forma de esquí en el ‘padre de todas las bombas’ da testimonio de ese método de liberación”, indica el sitio Global Security, por lo que se cree que fue lanzada desde un avión de carga que vuela a lenta velocidad.
“No podría ser usado contra blancos defendidos, pues un avión de carga es demasiado vulnerable”, dice el análisis.
A su vez, en el Instituto para la Información de Defensa, el consultor senior Phillip Coyle considera que si bien la bomba rusa puede tener un poderío mayor a la MOAB, no parece haber evidencias de que sea cuatro veces superior.
“En el mejor de los casos es 50% más grande. Solo hay que ver el tamaño que tiene y cómo se diseñan estas bombas”, dice.
No obstante de los cuestionamientos que se han emitido desde Occidente, los medios en Rusia reaccionaron al lanzamiento de la “madre de todas las bombas” recordando al mundo que el arsenal del país tiene el poder.”No se dejen engañar, Rusia posee algo superior”, se leía en Russia Today.
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