Aviones Hércules volarán a Guayaquil (verdadera bomba viral) desde donde se activarán repatriaciones. Los viajes se inician hoy con dos aeronaves que serán sometidas a un esfuerzo extra para cumplir con la misión.
Misión. Avión Hércules C 130. Volarán hasta Guayaquil para repatriar argentinos desde ese país.
Por Edgardo Aguilera
Dos nuevos vuelos de los Hércules C-130 de la Fuerza Aérea Argentina traerán de regreso al país a unos 150 argentinos desde Guayaquil, Ecuador. El parte del domingo último en Ecuador reveló 7466 casos contagiados y 333 personas fallecidas confirmadas con Covid-19.
Guayaquil, capital de la provincia de Guayas, es una de las cinco provincias de Ecuador donde el contagio es comunitario, hay circulación de virus, y la ciudad de Guayaquil es la que más casos tiene. Concentra el 89,3 por ciento de los confirmados. Hacia esa zona crítica, una verdadera bomba viral, parten hoy a las 10 desde la base aérea El Palomar los aparatos matrícula, TC-69 y TC-70. Será el inicio de una odisea para traer al país cerca de 500 argentinos que buscan salir del territorio ecuatoriano. Los vicecomodoros Néstor Brunetta y Marcelo Pulenta, el mayor Pablo Andino, los capitanes, Mauricio Vela. Luis Calfin, Diego Aranda, Juan Cervi, Silvina Navarro (médica) y Silvia Bruzuela (médica), los primeros tenientes Matías Arco y Federico Narvarte, el suboficial principal Luciano Mangarella, los suboficiales auxiliares César Voltolini y David Santos y los cabos Martín Bottino, Sergio Carranza, Denis Lucero y Alexis Flores son los tripulantes de estos vuelos humanitarios, casi una misión de combate en un teatro hostil dada la expansión del virus que soporta Guayaquil.
Los aviones regresarán mañana y aterrizarán en el aeropuerto comercial de El Palomar, la instalación donde operan las aerolíneas low cost. En la operación de tierra intervendrán AA2000, Policía de Seguridad Aeroportuaria, Migraciones, Aduana, y Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC). La revisación y control estará a cargo de médicos de la Fuerza Aérea y de Sanidad de Fronteras.
En esta emergencia epidemiológica que sufren los ciudadanos del país y los que quedaron varados en el exterior quedó clara la insuficiente capacidad de transporte estratégico/logístico con que cuenta la Fuerza Aérea Argentina. Dos aviones Hércules en vuelo constante y un Fokker F-28 resucitado tras su desprogramación lucen como los únicos sistemas al servicio de la operación humanitaria de repatriar argentinos y trasladar carga medicinal al interior del país. El esfuerzo se completa con vuelos zonales de aviones de entrenamiento, Grob TP-120, Texan II, Tecnam y hasta un Cessna del Centro de Ensayos de Vuelo de FAdeA. Trasladan muestras de posibles contagiados desde su localidad de residencia por caso, San Francisco, Villa María, Cruz del Eje y Río Cuarto hasta el laboratorio central de Córdoba para el rápido diagnóstico y resultado del test de coronavirus. El planeamiento por capacidades tan meneado en el discurso del ministerio de Defensa parece no acompañar la realidad del faltante aéreo en tareas estratégicas de la fuerza. La capacidad de transporte y soporte logístico se perdió tras la desprogramación del sistema Boeing 707 en 2006 y nunca se recuperó. Hubo proyectos durante la gestión de Cambiemos de contar con algún Boeing 737, quedaron en el papel.
La Fuerza Aérea llegó a contar con seis aviones 707, la mayoría transferidos de Aerolíneas Argentinas, esos cuatro reactores jugaron un rol clave en el despliegue de tropas y logística durante el conflicto por las islas Malvinas, hasta operaron en vuelos de reconocimiento de largo alcance para ubicar la flota británica, también prestaron ayuda humanitaria. Uno de ellos se transformó en plataforma ELINT/ SIGINT (acrónimo en inglés de inteligencia electrónica y de comunicaciones), modificado con asistencia de empresas israelíes. Todas capacidades hoy inexistentes suplidas por el parche de los Hércules y el único Fokker F-28 en vida que se usa para distribuir respiradores y kits de testeo a las provincias más afectadas. El alto mando aéreo espera contar con otro Hércules a punto de finalizar su modernización en los talleres de la Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA). El aparato matrícula TC-66 (el cuarto en recibir actualizaciones de aviónica y otros sistemas) tenía fecha de entrega en noviembre de 2019, la demora de la fábrica responde a una recurrente falla en el sistema de control de flaps que se dice ya estaría solucionada. Luego se lo remolcará desde el hangar de reparación de FAdeA hacia la pista de la Escuela de Aviación Militar, cuya cinta asfáltica se renovó y aguarda habilitación de la propia fuerza.
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