Desarrollado como avión apaga-fuegos puede transportar 1.500 litros de agua a 750 km
Nueve años de desarrollo y muchos países recorridos hasta llegar a un pequeño aeródromo de Castilla-La Mancha. Ese es el camino recorrido por el Flyox I, el dron civil más grande del mundo, y el equipo de Singular Aircrafts. Según nos explica su director general, Miquel Colom, han hecho falta unos cuantos prototipos hasta llegar a este dron apaga fuegos.
A punto de conseguir la certificación del INTA (Instituto Nacional de Técnica Aerospacial) para poder operar con su aeronave en España, el joven ingeniero nos muestra los secretos de este aparato. Desde el primer momento del proyecto, los objetivos eran dos: en primer lugar, evitar el riesgo que corren los pilotos en las labores de extinción de incendios y, en segundo lugar, construir un aparato económico, cuyo coste de hora de vuelo fuera sensiblemente inferior al de una aeronave tradicional.
El resultado, el dron civil más grande del mundo, con una envergadura (distancia entre las puntas de las alas) de 14 metros y una longitud de 11,5 metros. Es capaz de despegar, cargar hasta 1.500 litros de agua, descargarla en un incendio y volver a aterrizar, todo de forma automática.
Si bien es cierto que la capacidad de carga es menor que la de los aviones tradicionales, el concepto de trabajo de este aparato es distinto al clásico. “La idea siempre ha sido atacar en concepto de enjambre, en lugar de hacer una gran descarga en un punto”, afirma Colom. “Que un bombero te marque veinte puntos y enviar varios aviones que descarguen por coordenadas GPS en esos puntos”. Otra gran ventaja es que los medios aéreos tradicionales se retiran de los incendios por la noche, con este aparato, se puede operar indistintamente de día o de noche.
El Flyox I acepta cuatro configuraciones diferentes. La primera, para la que fue concebido, como aparato de extinción de incendios, con capacidad para cargar 1.500 litros de agua y un radio de alcance aproximado de 750 km. También puede utilizarse para tareas agrícolas, como fumigación. En el depósito se carga el producto, que se distribuye por los campos con unas pértigas instaladas en el aparato.
En la configuración de vigilancia, el aparato, equipado con cámaras, puede tener un alcance de hasta 4.000 km y estar en vuelo durante veinticuatro horas antes de tener que repostar. Por último, admite una configuración con la que ya ha hecho labores para el Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas, y es el lanzamiento de carga en zonas de difícil acceso. En concreto, ha lanzado alimentos del Programa en zonas remotas de Sudán del Sur donde era muy complicado hacer llegar la ayuda humanitaria de otra manera.
Fuente:https://www.larazon.es
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