Entre la zona de operación de los drones y las distintas soluciones proporcionadas por los satélites, existe un área por explotar con grandes oportunidades potenciales. Se trata de los llamados pseudo-satélites de alta altitud o HAPS (del inglés High Altitude Pseudo-Satellites), que combinan lo mejor de ambos mundos, drones y satélites para su empleo militar.
Entre la zona de operación de los drones y las distintas soluciones proporcionadas por los satélites, existe un área por explotar con grandes oportunidades potenciales. Se trata de los llamados pseudo-satélites de alta altitud o HAPS (del inglés High Altitude Pseudo-Satellites), que combinan lo mejor de ambos mundos, drones y satélites.
Los HAPS son plataformas que flotan o vuelan a una altitud elevada -por encima del tráfico aéreo convencional- y que ofrecen una gran autonomía y resistencia. Pueden mantenerse operativos en una posición estacionaria en la atmósfera durante semanas o meses proporcionado una cobertura precisa y continua del territorio. También, se pueden desplazar en función de la evolución de las necesidades del servicio requerido.
La posición que ocupan estos HAPS en el cielo les permiten ofrecer una mezcla de dos mundos a veces antagónicos: las redes terrestres (incluyendo los drones) y los satélites. En el ámbito de la observación, pueden ofrecer imágenes de alta resolución de regiones concretas similares a las generadas por los drones durante grandes períodos de tiempo. Mediante el uso de instrumentos ópticos y radar, garantizan la observación diurna y nocturna bajo cualquier condición meteorológica. En el ámbito de las telecomunicaciones, permiten reducir los puntos ciegos de cobertura, aumentar el ancho de banda y reducir significativamente el retardo de la señal respecto a las soluciones satelitales.
En esta línea, Thales Alenia Space lidera el desarrollo de Stratobus, un dirigible autónomo multi-misión diseñado principalmente para misiones locales y que se complementa perfectamente con los sistemas satelitales convencionales.
Stratobus es un dirigible estratosférico, más ligero que el aire, capaz de operar de forma autónoma en una posición estacionaria a 20 kilómetros de altitud, por encima de la corriente en chorro y del tráfico aéreo. A diferencia de otras soluciones basadas en globos o drones estratosféricos, el dirigible puede mantenerse quieto frente a los vientos presentes en esa altitud de la capa baja de la estratosfera mediante su sistema de propulsión eléctrico con energía solar.
Stratobus está diseñado para tener una autonomía de hasta 10 años, con mantenimiento una vez al año. Desde su privilegiada ubicación por encima del teatro de operaciones, cubre un horizonte terrestre de hasta 500 kilómetros de radio, lo que le permite realizar observaciones a cientos de kilómetros de distancia.
Stratobus destaca también por su gran capacidad de carga útil, muy por encima de otras soluciones. En su configuración estándar puede transportar más de 250 kilos de carga útil, con un consumo de potencia nominal de hasta 5 kW. Para ciertas misiones específicas en el ecuador, esta capacidad puede alcanzar los 450 kilos y una potencia nominal de hasta 8 kW. Esto le permite albergar todo tipo de cargas útiles e instrumentos, adaptándose a una gran variedad de misiones.
Otra de las grandes ventajas de Stratobus es que se puede mover por todo el mundo, por sus propios medios. Además, al no requerir de un sistema de lanzamiento, el dirigible se puede desplegar fácilmente, despegando desde una superficie del tamaño de un campo de fútbol y alcanzando la estratosfera en menos de cuatro horas.
Entre las tecnologías innovadoras que incorpora Stratobus destaca el sistema de energía de alta capacidad basado en células solares de alta eficiencia, así como el uso de materiales altamente resistentes y ligeros, particularmente para la cubierta. Gracias al uso exclusivo de energía solar y tecnologías limpias se consigue una huella de carbono muy pequeña, muy inferior por ejemplo a la de un pequeño avión privado.
A diferencia de los satélites, que realizan una cobertura global de uno o más países -o incluso de todo un continente-, estos dirigibles son capaces de proporcionar una cobertura regional. De esta forma, ambas soluciones, HAPS y satélites, son totalmente complementarias -tanto para aplicaciones de observación como de telecomunicaciones y de navegación- proporcionando todo un abanico de productos y servicios mejorados y abriendo la puerta hacia un cambio de paradigma.
Fuente: https://www.rpas-drones.com
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