Aunque la gran mayoría de las evaluaciones publicadas sobre el caza ruso de nueva generación Su-57 se han centrado en sus capacidades como caza de superioridad aérea para enfrentarse a otras aeronaves enemigas como los F-22 o los F-15 estadounidenses, el avión también tiene una capacidad aire-tierra muy formidable y pone un énfasis mucho mayor en esas funciones que sus rivales estadounidenses o chinos.
El término "francotirador aéreo" fue quizás el más famoso aplicado al caza F-14D Tomcat de la Marina estadounidense, que tuvo el conjunto de sensores más capaz de cualquier caza en el mundo occidental durante más de una década después de su introducción y era capaz de "disparar un misil a través de una ventana a varias millas de distancia" debido a la potencia de su enorme radar. Al igual que el F-14D, el Su-57 lleva un radar muy grande que se desarrolló décadas después y es considerablemente más potente, lo que le permite cartografiar eficazmente el campo de batalla no sólo en el aire sino también en tierra.
Avión E-3 Sentry AWACS
El misil antirradiación Kh-58UShE, de unos cinco metros de longitud y con un alcance de más de 150 km, es un arma potencialmente ideal para una función de "francotirador".
El misil se centra en las emisiones de radar del enemigo, lo que lo hace ideal para romper la red de defensa aérea enemiga y cegar el control terrestre del enemigo. Estos ataques pueden complementarse eficazmente con el despliegue del R-37M, el misil aire-aire más rápido y de mayor alcance del mundo, ideal para neutralizar objetivos como los aviones E-2 Hawkeye y E-3 Sentry con radar volante.
El diseño pesado del caza y su gran resistencia le dan una ventaja sobre el F-35 -el único caza occidental de quinta generación que se está produciendo actualmente-, que es considerablemente más pequeño, lleva menos armamento y tiene un alcance más limitado.
La mayor velocidad y altitud del Su-57, así como su sigilo frontal, le permiten penetrar frontalmente en las defensas enemigas para atacar objetivos clave detrás de sus líneas.
El hecho de que el caza se vaya a utilizar en un número limitado de unidades, al menos durante los próximos 15 años, significa que se adaptará bien a la función de "francotirador aéreo", que no requiere necesariamente un despliegue en gran número, mientras que los cazas de gama baja, como el Su-34 o el Su-30SM, abordan objetivos menos sensibles de forma complementaria.
Fuente:https://militarywatchmagazine.com
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