Japón está estudiando la posibilidad de desechar su plan de adquirir misiles antibuque de largo alcance (LRASM) fabricados en EE.UU. con capacidad de separación para los cazas F-15 de la Fuerza de Autodefensa Aérea, según han declarado funcionarios del gobierno.
El plan para cambiar su política se debe al aumento de los costes, dijeron el sábado los funcionarios, que declinaron ser nombrados ya que aún no se ha tomado una decisión formal.
La adquisición de los misiles de Lockheed Martin tiene por objeto dotar a las ASDF de la capacidad de atacar desde fuera del radio de acción del enemigo.
En un momento de creciente asertividad por parte de China en torno a los territorios japoneses, el Ministerio de Defensa ha dicho que los misiles, de los que se dice que tienen un alcance de 900 kilómetros, son necesarios para reforzar las capacidades de defensa de Japón en torno a las islas Nansei, una cadena que se extiende al suroeste hacia Taiwán.
Con el probable cambio de política, el gobierno también considerará la posibilidad de reducir de 70 el número de aviones F-15 de la flota de las ASDF que planea actualizar, según los funcionarios.
La ASDF tiene unos 200 F-15 y el LRASM es uno de los dos misiles de crucero de fabricación estadounidense que planea montar en los cazas.
Al renunciar a la adquisición, el gobierno ha estimado que ahorrará decenas de miles de millones de yenes. En el presupuesto del año fiscal 2021, el gobierno no incluyó el gasto en la actualización de los cazas, por considerar que era necesario priorizar las negociaciones con la parte estadounidense para reducir los costes.
En el caso de la mejora para que los cazas puedan llevar el LRASM, el coste inicial presentado por la parte estadounidense ha aumentado hasta casi 240.000 millones de yenes (2.200 millones de dólares) desde los 80.000 millones de yenes aproximadamente, en parte porque los suministros de los componentes eléctricos necesarios están escaseando.
Fuente:https://www.japantimes.co.jp
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