Estados Unidos (EE.UU.) algo está cocinando, y si bien se desconoce cuál será el platillo final, el humo y el olor de la cocina ya se siente desde Europa del Este
Quizá esta licencia literaria sea la mejor forma de alertar que por lo menos se ve venir más turbulencia internacional en el concierto del mundo, más cuando hay ya una tensión profunda con Rusia.
De lo que estamos hablando es de la instalación del escudo antimisiles en Rumania, que hace unos días fue inaugurado con fanfarria y fanfarronería. Así se extendió y se reforzó más el paraguas estadounidense para defender a Europa bajo el nombre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Se trata de una cortina invisible producida por una red de radares tierra, mar y satélites que extiende sus campos a las fronteras de Europa del Este, punto específico, Rumania, para repeler y destruir cualquier ataque nuclear o no nuclear de misiles balísticos de muy largo alcance.
Los sistemas desplegados en suelo rumano, alertarían para que barcos de EE.UU. y también baterías en suelo rumano destruyan cualquier cosa que quiera llegar a Europa. Este es el humo del platillo que está cocinando EE.UU. Rusia reaccionó ante el olor.
El Presidente ruso, Vladimir Putin dijo que este escudo no es otra cosa más que una agresión directa contra Rusia, porque uno: esos misiles generan desconfianza, desconfianza que desequilibra los pesos militares y desconfianza que genera inestabilidad política, resultado: inestabilidad internacional.
Y dos, que las baterías donde están instalados los misiles de defensa también sirven para lanzar misiles de ataque, lo que viola la paz mundial y un tratado firmado entre Mijaíl Gorbachov (último presidente de la antigua Unión Soviética) y Ronald Reagan en 1987.
Putin dice que estudiará como contrarrestar este escudo. EE.UU. o la OTAN contesta que Rusia está equivocada, porque es imposible que los misiles del escudo defensivo derriben misiles rusos. Sino que en realidad implementaron el escudo en Rumania para defenderse de ataques "extrarregionales", refiriéndose a Irán o a Corea del Norte.
La pregunta, si esto fuera realidad, ¿para qué quieren defenderse de un misil iraní? A sólo que planeen atacar a Irán. Si esto no fuera verdad, entonces es una amenaza real para Rusia. Pero si fuera verdad que ese escudo no tiene la intención de derribar misiles rusos, entonces para quién sería la amenaza.
La última probabilidad real sería: China, que últimamente se disgustó con Washington justamente por eso, por otro escudo antimisiles que la rodea, y que Washington lo implementa con Corea del Sur.
Cualquiera de todos los casos, el platillo que cocina EE.UU., acabará siendo una amenaza de imposición militar. Asunto que puede encender por lo menos una tensión militar mundial.
Asunto para Detrás de la Razón, que generará muchas más preguntas para el debate porque ¿Por qué justo en este momento se tiene que estrenar ese escudo antimisiles cuando se demoró muchos años?
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