Los vehículos no tripulados en todos los dominios son un pilar de las operaciones militares en la actualidad, y esto no hará sino aumentar en los próximos años a medida que se vaya invirtiendo más en la tecnología y que más naciones busquen adquirir lo que ahora se considera una capacidad necesaria.
Para el año 2025, los sistemas no tripulados continuarán operando tanto o más de lo que lo hacen en la actualidad, ya que los beneficios de sacar al hombre del bucle se reconocen en todos los sectores, incluidas las fuerzas aéreas, terrestres y navales, incluso en el ámbito comercial, donde existe un verdadero auge de esta tecnología que antes se consideraba un activo militar de alta tecnología.
En los próximos años, los militares de todo el mundo están buscando una mayor resistencia y nuevas aplicaciones para los sistemas no tripulados, así como la introducción de sistemas de noticias de marca en operaciones en las que antes esto no hubiera sido posible.
FUTURO NAVAL
Las armadas de todo el mundo son tradicionalmente lentas en adoptar los SANT, pero están empezando a darse cuenta de que la introducción de este tipo de tecnología en las operaciones aumentará la seguridad y la fiabilidad en un entorno operativo de pruebas de este tipo.
Típicamente operan un rango de USVs o UUVs que les permiten estudiar las amenazas en y bajo la superficie, las cuales pueden permanecer en el mar por largas duraciones sin ser perturbadas.
Sin embargo, es en el ámbito aéreo donde las armadas encuentran más difícil la integración de sistemas no tripulados, específicamente a bordo de los buques.
Uno de los mayores avances en este ámbito es la nueva adquisición de UAVs de ala fija basada en portaaviones por parte de la Armada de los EE.UU. (USN), que tras una serie de modificaciones en el programa es ahora la competición MQ-25 STINGRAY, que busca adquirir un vehículo capaz de reabastecer de combustible a los cazas tripulados.
Se seleccionaron cuatro licitadores para participar en el componente de vehículos aéreos del programa, a saber, Boeing, General Atomics Aeronautical Systems Inc. (GA-ASI), Lockheed Martin y Northrop Grumman, pero esta última anunció en octubre de 2017 que se retiraba de la competición.
Según se informa, esto se debió a la incapacidad de elaborar un sistema que cumpliera los criterios de la solicitud de propuestas que se publicó el mismo mes al costo requerido. Esto a pesar de la experiencia de Northrop Grumman como desarrollador del demostrador UCAV X-47B, que la USN utilizó como precursor de lo que ahora es el programa Stingray.
El 23 de julio, General Atomics Aeronautical Systems, Inc, (GA-ASI) anunció que ha completado las pruebas de rendimiento del amortiguador Hold Down Damper (HDD) de gancho de detención para su propuesta de avión de reabastecimiento de combustible en vuelo no tripulado MQ-25 para la Marina de los Estados Unidos. GA-ASI se ha asociado con la unidad de negocio Fokker de GKN Aerospace en los Países Bajos, que suministrará la unidad de ganchos de detención. (Foto: GA-ASI)
Otro de los principales requisitos que deben cumplir las armadas es el de los vehículos aéreos no tripulados VTOL, que suelen integrarse más fácilmente en las operaciones a bordo que los de ala fija.
Australia anunció en febrero de 2017 que había adjudicado a Schiebel un contrato para suministrar su CAMCOPTER S-100, a fin de que la armada pudiera evaluar sus requisitos para este tipo de capacidad en el marco de su proyecto NMP1942.
Este esfuerzo será seguido por el proyecto SEA 129 que será una adquisición a gran escala de este tipo de capacidad para Australia, donde es probable que UMS Skeldar y Northrop Grumman también participen, además de Schiebel.
Además, Alemania también ha estado explorando el uso de esta tecnología para operaciones basadas en buques durante algún tiempo, y en diciembre de 2017, UMS Skeldar anunció que ha completado una semana de pruebas de su R-350 UAV de ala giratoria junto con su socio ESG para la BAAINBw.
El UAV llevó un sensor de detección de luz y de alcance, así como una cámara EO/IR durante la prueba, realizando un reconocimiento automático del lugar de aterrizaje para los helicópteros tripulados más allá de la línea de visión.
ATAQUE TERRESTRE
El Ejército de EE.UU. es el mayor operador de UGVs y está mirando hacia la próxima generación de sistemas que operará.
A principios de octubre de 2017, adjudicó a Endeavour Robotics un contrato para el programa Man Transportable Robotic System Increment II (MTRS Inc II), que se entregará en los próximos dos años.