¿Es un alarde invitarse al programa franco-alemán "SCAF"[Future Air Combat System], con Dassault Aviation como líder y Airbus Defence & Space?
¿O se trata de una iniciativa en competencia cuya consecuencia será repetir los errores del pasado?
En el Salón Aeronáutico de Farnborough, el ministro británico de Defensa, Gavin Williamson, ha conseguido presentar el modelo de avión de combate "Tempest", que se desarrollará en el marco de un programa en el que participan BAE Systems, el italiano Leonardo, Rolls Royce y MBDA. Con un presupuesto de 2.000 millones de libras esterlinas, este proyecto debería dar lugar a un demostrador para 2025. A continuación, el avión resultante debería entrar en servicio en 2035, cinco años en el SCAF franco-alemán.
La ofensiva británica también pretende embarcar a otros socios en este proyecto, que parece ser una reactivación del programa FOAS[Future Offensive Air System], suscrito en 2005.
Así, al tener que sustituir su Eurofighter Typhoon al mismo tiempo que Alemania, Italia no podrá ignorarla, sobre todo porque uno de sus fabricantes de armas, Leonardo, ya participa en el programa "Tempest".
Suecia también podría estar interesada en desarrollar un avión de combate de quinta generación a través del programa Flygsystem 2020. De hecho, Londres está buscando en Estocolmo la participación sueca en el proyecto "Tempest"
Finalmente, Japón podría encontrar su interés allí, mientras que acaba de poner en sueño su programa de aviones de combate F-3 por razones presupuestarias.
La lista de posibles asociados no es exhaustiva. Estamos hablando de Turquía o de Corea del Sur.
Mientras tanto, el anuncio británico puede enturbiar las aguas. Hasta hace poco, la ministra francesa de Asuntos Exteriores, Florence Parly, explicó que la prioridad del programa SCAF era "consolidar la base franco-alemana" antes de abrirla a otros socios. Y así fue como a España, que deseaba unirse a este proyecto, se le ofreció sólo el estatus de "observador".
Cuando se le pidió que comentara la iniciativa británica, un portavoz del Ministerio de Defensa alemán sólo dijo que el proyecto de avión de combate franco-alemán estaba "abierto a otros socios". "Sin más aclaraciones.
"Si no nos unimos en torno a un único programa de aviones de combate, corremos el riesgo de fragmentar aún más el mercado europeo de defensa, pero la decisión corresponde a los gobiernos", declaró recientemente a Reuter Dirk Hoke, CEO de Airbus Defence & Space. "Si los políticos deciden lo contrario, tendremos que adaptarnos, pero en mi opinión eso sería malo para Europa", insistió.
Pero la reacción de Airbus ante el anuncio del proyecto "Tempest" habrá sido muy mesurada.
"Airbus toma nota del anuncio del Reino Unido sobre su plan de desarrollar un nuevo avión de combate y se siente alentado al ver el compromiso financiero del gobierno[del Reino Unido] con este programa que apoya la soberanía europea", dijo el grupo en una declaración de la que se hizo eco Reuters.
"Un futuro sistema de combate aéreo es de suma importancia para las fuerzas armadas europeas y, por lo tanto, esperamos con interés la celebración de nuevas conversaciones de colaboración en este campo con todos los actores europeos pertinentes", añadió Airbus.
Como recordatorio, Airbus ya ha firmado un acuerdo con Dassault Aviation para el programa SCAF. Los dos industriales se han comprometido a trabajar de forma "pragmática y eficaz".