Dassault Aviation y sus socios están plenamente involucrados en una oferta global realizada por las autoridades francesas al Gobierno belga, presentando el Rafale para reemplazar a los F-16 de su Componente Aéreo de Defensa.
Francia rememoró el espíritu de defensa europea en una amplia oferta de gobierno a gobierno el pasado jueves a Bélgica, en el concurso de aviones de combate, no sólo por el avión polivalente Rafale de última generación, sino también, por una amplia cooperación bilateral en operaciones, formación y servicio.
El Rafale, permitiría a Bélgica seguir desempeñando su papel de miembro de confianza dentro de la Alianza Atlántica, permaneciendo a la vanguardia de la tecnología en la contribución a la seguridad de la Unión Europea. El avión, ya ha demostrado en distintos escenarios su total interoperabilidad en operaciones de combate con otros aviones de la OTAN.
La Ministra de las Fuerzas Armadas francesas, Florence Parly, propuso al ministro de Defensa de Bélgica establecer una profunda asociación entre los dos países en respuesta al requisito de la Fuerza Aérea belga, que permita una estrategia de cooperación a medio y largo plazo para el futuro de la industria belga que contribuya al fortalecimiento de la defensa europea.
La oferta francesa, considerada como una apuesta por competir con el F-35 de Lockheed Martin, también incluye la cooperación industrial y tecnológica con Bélgica.
Bélgica busca 34 cazas para reemplazar una flota de 54 F-16. Suecia retiró en julio el Saab Gripen de la competición, que se calcula en 3.600 millones de euros (4.300 millones de dólares). Eso deja hasta ahora en un mano a mano al F-35 de Lockheed y al Eurofighter Typhoon como competidores directos en la licitación.
Avión F-16 del Componente Aéreo belga.
Además de aviones, Bélgica necesita adquirir vehículos blindados del programa de modernización Scorpion del Ejército francés, según informo el ministerio francés en el mes de junio.