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lunes, 17 de septiembre de 2018

El extraño caso de Tandanor: de empresa estatal deficitaria a astillero con sobreproducción naval

La empresa que depende del Ministerio de Defensa fue saneada en sus cuentas, redujo costos y hoy produce para una docena de países

Por Martín Dinatale

El caso del astillero Tandanor es extraño en una Argentina que no logra despegar de la crisis. De ser una empresa estatal altamente deficitaria pasó a tener saneadas sus cuentas, contar con sobreproducción y cerrar acuerdos con más de 10 países para la reparación de barcos y buques de diferente calado.


Durante una reciente recorrida por Tandanor el presidente Mauricio Macri la presentó como un "modelo de empresa estatal sana".

¿Cuál fue el secreto que encontró este astillero que tiene el 90% de su administración bajo el ala del Ministerio de Defensa y el 10 % restante en manos de los 473 trabajadores?


"La auto sustentación de Tandanor ha sido posible y clave gracias a la excelente mano de obra de nuestros trabajadores, la puesta en valor de la gestión y el apoyo del Ministerio de Defensa y de la Presidencia", expresó a Infobae Jorge Arosa, el director ejecutivo, quien también es una rara avis en el Estado: se trata de un marino retirado que peleó en la guerra de las islas Malvinas y también fue ejecutivo de Coca Cola en Brasil.

En medio de la debacle de los astilleros estatales como es el caso del de Río Santiago que quedó sumergido en una grave puja gremial y una crisis económica, el Ministerio de Defensa expuso en los últimos días al presidente Mauricio Macri los logros de la empresa Tandanor: un astillero que este año lleva reperadas 55 embarcaciones, el 75% de su facturación proviene del sector privado, redujo su deuda en más de 300 millones de pesos y, entre sus mayores logros, reparó el Irizar para poder devolverlo a la campaña antártica.


Según expresaron fuentes del Ministerio de Defensa, Tandanor realizó este año inversiones en grúas de 80 toneladas, plataformas elevadoras, hidro lavadoras de alta presión y palas cargadoras que nunca se habían hecho.

La comparación entre la empresa Tandanor del 2015 y la de hoy es abismal: el balance negativo del último año del kirchnerismo con este astillero naval estatal fue de un rojo de 465 millones de pesos y hoy el estimado es de 80 millones de pesos con una deuda que arrastra con la AFIP de 318 millones de pesos.

Entre los años 2013 y 2015 Tandanor no presentó balances y tenía una planta de empleados de 649 que se redujo ahora a 470 trabajadores.


Luego de una dura pulseada gremial, Tandanor acaba de expulsar a los últimos 23 operarios que, según dijeron a Infobae fuentes confiables del Ministerio de Defensa, estarían involucrados con irregularidades internas de la empresa y con mafias de barras bravas de equipos de fútbol. La presión que ejerció el gremio en los últimos meses para reincoporar a estos 23 trabajadores del total de 473 empleados generó una importante pérdida potencial para la empresa estatal ya que hay una docena de buques que esperan ser reparados y no lo pueden hacer por los últimos conflictos gremiales.

De la totalidad de 55 buques que lleva reparados Tandanor este año 7 fueron remolcadores, 24 pesqueros, 8 petroleros, 4 dragas, 2 cargueros, 3 buques de la Armada o de Prefectura, 4 de pasajeros, un arenero y otros dos de diferentes empresas. Entre las empresas que optaron por el astillero de Tandanor hay buques provenientes de China, Belice, Uruguay, Liberia, Bélgica, Bahamas y Panamá.


Actualmente, el 90% de las embarcaciones que se reparan provienen del sector privado y sólo un 10% del Estado.

En el último informe de la Jefatura de Gabinete sobre la gestión de empresas estatales Tandanor se ubica en el segundo lugar después de Belgrano cargas en función a la capacidad y resultado.

"Durante los años del kirchnerismo hubo millonarias pérdidas en Tandanor por exceso de contratos, una mano de obra ociosa y sobreprecios en la compra de insumos que están siendo investigados", expresó a Infobae una fuente allegada al ministro de Defensa Oscar Aguad.

La reparación del Irizar fue un modelo a seguir por Tandanor. Tuvo un costo de reparación de 155 millones de dólares de los cuales 102 millones quedaron en el país porque se utilizó mano de obra e instrumental local. Pero el costo de esa reparación compensó los 57 millones de dólares anuales que en los últimos 10 años pagaba el Estado a Rusia para alquilar un buque polar y llevar adelante la campaña antártica por la avería del Irizar.

El predio de Tandanor (Nicolás Stulberg)

Actualmente se encuentra en reparación en Tandanor el submarino Santa Cruz que tendrá un costo global de 200 millones de pesos y no estará listo antes del 2020.

El último informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) sostiene en el apartado 47 que Tandanor "es un caso de éxito basado en la claridad de foco estratégico y de liderezgo por su equipo directivo". También ese informe destaca que entre los aspectos clave de la mejora de la empresa se encuentra "el cumplimiento de los tiempos pautados en los contratos que logró recuperar la reputación del astillero".

También el BID señaló que la cantidad de contratistas se redujo a una cuarta parte a la existente en el 2015 y se logró "una mejora en los procesos de compra de insumos". En el 2017 se verificó un 100% de ocupación de grada del asitillero obteniendo un resultado operarivo positivo, agregó el informe del BID sobre Tandanor.

Desde el año que viene se espera que este astillero estatal ya no dependa de los recursos del Tesoro nacional. En el 2019 Tandanor podría ser una empresa autosustentable y no sólo ello: en la proyección se piensa como una compañía con superávit por la venta de un pesquero de langostinos de 40 metros que se podría fabricar en forma seriada y empezar a darle buenos ingresos a esta empresa que es un caso extraño en el mundo de la burocracia estatal de la Argentina.

Fuente:Infobae

Un general cuenta cómo fueron los preparativos secretos para ir a la guerra por el Canal de Beagle e invadir Chile en 1978

Por aquel entonces, Hugo Domingo Bruera tenía 23 años y era teniente de Infantería. Según los planes, su regimiento iba a ser uno de los primeros en cruzar la frontera durante la invasión



Iba a ser una guerra cruenta. La dictadura de Jorge Videla desconocía el resultado del laudo sobre el Canal de Beagle. Muchos años antes, en 1971, cuando gobernaba Salvador Allende en Chile y el dictador Alejandro Lanusse en Argentina, habían decidido que fuera la Corte Internacional de La Haya la que mediara en el conflicto.

El fallo se dio a conocer a mediados de 1977 y a principios de 1978 la dictadura argentina dijo que, olímpicamente, desconocía esa decisión. Tras cartón, las tres fuerzas armadas comenzaron preparativos. Todo iba a empezar con la ocupación de las islas Picton, Nueva y Lennox, que habían quedado para Chile. Desde aire, mar y tierra, la dictadura argentina quería una suerte de blitzkrieg con la expectativa de que luego la comunidad internacional diera la espalda a La Haya.

Los preparativos eran secretos pero todo el mundo sabía que decenas de miles de soldados de ambos lados iban a chocar. El cruce de la cordillera, esta vez no sería un San Martín que fuera en auxilio de O'Higgins sino un Videla que buscaría demoler a un Pinochet.

Las tropas de tierra tenían como jefe del teatro de Operaciones a Luciano Benjamín Menéndez, alias "El Cachorro", jefe del III Cuerpo de Ejército con asiento en Córdoba. Allí Menéndez les mostraba a sus oficiales cómo se descerrajaba un tiro en la cabeza de un prisionero. Y los que mataban quedaban hermanados, por sumisión, convicción o por lo que fuere, pero era el estilo Menéndez.

Hugo Domingo Bruera tenía 23 años, era oriundo de Granadero Baigorria, hincha de Central y le gustaba cantar tangos de Gardel. Alto, fortachón y capaz de andar en mula o de cargar los morteros pesados de la sección que tenía a su cargo. Era teniente de Infantería, su padre era abogado laboralista y ferviente peronista, por eso lo llamaron Domingo.

Hugo Bruera

Hugo estaba en el regimiento 21, en Las Lajas, que dependía de la VI Brigada de Montaña de Neuquén, a cargo de otro Menéndez, Mario Benjamín, el que unos años después se rendiría en Malvinas. El Cachorro Menéndez fue varias veces a inspeccionar lo que eran ni más ni menos que los ejercicios para cruzar la cordillera antes de la Navidad. En una oportunidad, ya empezado diciembre de 1978, Menéndez llegó, recorrió a caballo las estribaciones de la cordillera y luego se subió a un helicóptero para cruzar a territorio chileno.

El comentario que les llegó a los oficiales, tras esa incursión, era que Menéndez había meado desde el aire lo que para él era territorio enemigo. Luego, frente a un centenar de oficiales, y en medio de una arenga para estimularlos, Menéndez soltó una frase que, 40 años después, aún resuena en los oídos de Bruera:

-¡Cuando estemos en Chile… nos vamos a violar a las chilenas!

-¿Y cómo reaccionaron los oficiales? 

-Nadie dijo nada. En esa época todos nos quedábamos callados frente a un general de tan alto rango –dice Bruera, que había llegado a Las Lajas a principios de ese 1978.

El pueblito, de unos 500 habitantes, está en un valle y el regimiento en una meseta, a 60 kilómetros de la cordillera y a otro tanto de Zapala.


-Había muchos oficiales castigados. El castigo era por protestas políticas, silenciosas, y contra jefes que no hacían bien las cosas. Yo había tenido problemas en mi destino anterior –dice.

Él mismo no estaba para nada de acuerdo de la dictadura. Y recuerda a otro teniente, Aldo Carnaghi, que había sido el mejor promedio de su promoción en el Colegio Militar y lo tenían ahí, lejos de todo.

Por sus notas, se había ganado un lugar entre los guardiamarinas egresados de la Escuela Naval. Carnaghi se fue de viaje en la Fragata Libertad. Corría 1973 y ante el triunfo del peronismo en las elecciones no se guardó la alegría. Le costó caro: lo bajaron en un puerto y lo eyectaron de regreso a la Argentina.

En Las Lajas, ni siquiera los rebeldes estaban informados: no llegaba ninguna radio ni mucho menos televisión, hasta las comunicaciones telefónicas eran dificultosas.

-Era un regimiento montado, teníamos gran cantidad de mulas. Yo era el jefe de la sección Morteros Pesados. Tenía más mulas que soldados. Teníamos un puesto de avanzada en Pino Hachado –cuenta.

Se trata de uno de los cruces cordilleranos más importantes del sur, a casi 2.000 metros de altura y un punto donde, en caso de estallar el conflicto, sería escenario de combate.


-La segunda mitad de 1978 fue de muchos ejercicios militares. Teníamos una mística bastante fuerte porque ese lugar, tan solitario, hace que uno se sienta orgulloso de defender un paso de frontera. La mística te sostiene. Aunque los conscriptos que llegaban de Buenos Aires, Córdoba y Tucumán sufrían el frío –dice Bruera, que llegó a general de Brigada y pasó a retiro hace unos años.

El jefe del regimiento empezó a revistar las tropas con más frecuencia desde mitad de 1978 y llegado diciembre los rumores de malestar con Chile eran fuertes. Bruera estaba centrado en su misión: con los morteros pesados debían pasar por encima de las avanzadas de infantería para neutralizar la eventual defensa chilena. Dormían a la intemperie para familiarizarse con lo que les esperaba.

-En las marchas dormíamos al aire libre. Se ataban las mulas y los caballos. Hacíamos la cama con el capote abajo, el pellón de la montura y la bolsa de dormir arriba. De almohada el casco –dice.

Las bromas estaban a tono con la locura de las guerras. Una noche, mientras dormía en el cuartel, a Bruera le pusieron un grabador Geloso al lado de la oreja. Se sobresaltó con una música que hoy recuerda como la de las proclamas de los golpes de Estado. En ese momento, creyó que era el inicio de las operaciones.

-Salté de la cama, me puse el casco y agarré el equipo. Salí corriendo hacia la mulera para buscar a los soldados y a los animales –dice.

Apenas se encontró con las carcajadas de los bromistas.


Perder el caballo

Bruera había logrado tener un caballito de montaña para desplazarse.

-Le puse Pajarito, por lo rápido que andaba. Me lo había dado un indio que era soldado en mi sección. Era de la tribu de Namuncurá, hijo del cacique en ese momento. El animal estaba acostumbrado a pasar a Chile con la veranada, llevando ovejas o chivos, algo que habitualmente hacían los indios por su destreza en ese territorio. El caballito se me escapó y se fue para Chile. Tuve que pedirle a Crisóstomo, un baqueano de la sección, conocedor de la zona, que se vistiera de paisano y pasara al otro lado de la frontera. La pista que podía seguir era el surco que abría la soga que, al estar desatada, dejaba alguna huella en el camino. Crisóstomo sabía dónde pastaba el ganado y me trajo a Pajarito de vuelta –cuenta, y agrega que los baqueanos llevaban chupilca en la cantimplora: una mezcla de vino con harina tostada y azúcar, muy bueno para levantar la temperatura del cuerpo.

En la montaña no estábamos quietos. La preparación y los ejercicios seguían a diario. Hacíamos los cálculos para el lanzamiento de los morteros. También teníamos que tratar de suplir la falta de provisiones que no llegaban. Teníamos que llevar a pastorear las mulas, montarlas, entrenándolas para desplazarse en la montaña.

Habíamos cavado como para contar con unas cuevas donde se guardaban las municiones. Tengo una foto con una flor silvestre que pusimos en una de esas cuevas. Si había un rato libre, Bruera siempre tenía la guitarra presta para acompañar su repertorio gardeliano.


Casamiento postergado

-Yo tenía agendado mi casamiento para el 29 de diciembre y diez días antes me dijeron que suspendiera la ceremonia porque no sabían qué iba a pasar. Yo tenía que avisarle a mi futura esposa, que vivía en un pueblito de La Pampa que tenía la misma escasez de teléfonos que sufría Las Lajas. Desde una cabina, como no se escuchaba nada, fue la operadora quien le dijo a mi novia se suspendía el casamiento: "Suspende porque es militar y no le puede decir más, pero quédese tranquila", fueron sus palabras.

Muy cerca de Navidad les llegó la orden de operaciones. Se desplazaron los sesenta kilómetros que los separaban de la cordillera.

-El desplazamiento era difícil. Teníamos que ir a pie, de noche, llevando las mulas del cabestro. Llovía, había viento, se puso frío. Cuando llegamos a un monte pequeño paré la tropa para que durmiera y esperé a un soldado que se le había roto el soporte del mortero. Yo salí a buscarlo y muy rápidamente di con él -cuenta.

Los preparativos de invasión

Lo que hasta acá parece una descripción dura pero bucólica debe cotejarse con los propósitos de la Junta Militar, que había hecho contactos tanto con Perú como con Bolivia (donde también había dictaduras militares) para instarlos a tomar parte en el ataque a Chile. De los planes no quedó documentación escrita pero sí fueron reconstruidos los pasos a seguir.

A principios de diciembre había partido una nutrida flota naval. El día D era el 22 de diciembre a las ocho de la noche, donde la infantería de marina ocuparía las cinco islas adjudicadas a Chile en el laudo. Unas horas después, en la Patagonia comenzaba a actuar el Ejército y de inmediato los aviones de la Aeronáutica atacarían la aviación chilena. El Cachorro Menéndez, con las tropas aerotransportadas del III Cuerpo de Ejército, invadiría cercanías de Santiago de Chile. También entrarían en combate unidades del II y el V Cuerpo. Para el 23 de diciembre, la supremacía argentina sería aplastante. El costo en vidas humanas iba a ser inmenso.

Guerra postergada

Las olas de 12 metros, los vientos huracanados y el frío de la noche del 21 de diciembre frustraron el desembarco de los infantes de marina. Tampoco los helicópteros podían despegar de las cubiertas de los barcos. Ni los buzos podían ir en gomones hacia sus objetivos. La tormenta evitó el primer paso de la guerra. A su vez, los militares chilenos, que tenían órdenes de responder la ocupación, no recibieron instrucciones para atacar a los buques argentinos que estaban en su mar territorial.

Pero, como siempre, las guerras se ganan o se pierden en los escritorios. Ambas dictaduras habían aceptado que el Vaticano intercediera en el conflicto. Y fue el ya veterano cardenal Antonio Samoré quién hablaba por teléfono con Pinochet y Videla para frenar el conflicto. Su llegada a Montevideo se produjo justo el día de Navidad de 1978 y allí ambas dictaduras aceptaron firmar un acta que evitaba la guerra. Siempre quedará para los admiradores de los escenarios contrafácticos pensar qué hubiera pasado si el clima del 21 de diciembre en el Beagle hubiera sido agradable.

Dos días de respiro

Los soldados y oficiales que estaban en operaciones no sabían nada más que las instrucciones que recibían. Bruera apenas supo que Samoré había llegado a esta lejana región del planeta.

-Antes de fin de año nos dieron dos días para ir en camiones hasta el regimiento sin desarmar las posiciones de la cordillera. Ahí podíamos bañarnos y cambiar la ropa. Yo usé esos dos días para subirme a mi Fiat 600 y recorrer los 900 kilómetros que me separaban del pueblito donde vivía mi novia. Ahí pude decirle personalmente lo que no había podido contarle por teléfono. Volví enseguida, fui al puesto en la cordillera. Año nuevo los pasé con la tropa.

Guardamos la posición hasta fin de enero y luego nos desmovilizaron y volvimos al regimiento.

-¿Y el casamiento? –

-Fue en Rosario, el 2 de febrero de 1979. Pero sin luna de miel. Me volví a ir en el Fiat 600 y dos días después lo cargué para llevar todo a Las Lajas. Mi esposa se venía a vivir allá –cuenta.


Cara a cara con un militar chileno

Treinta años después Argentina y Chile conmemoraron la paz. El acto se hizo en Santa Cruz, en el paso Monte Aymond, donde fueron las dos presidentas de entonces, Cristina Kirchner y Michele Bachelet. Bruera fue con la comitiva oficial, ya no como teniente de morteros sino como secretario general del Ejército.

-Del Ejército chileno fueron varios jefes. Nosotros llevamos una sección de soldados de Río Gallegos para que luego de la ceremonia oficial pasáramos del lado chileno y hacer un desfile conjunto. Como sorpresa hubo una invitación a comer en un restorán de Puerto Natale. Ahí celebramos no haber entrado en combate. Yo canté algún tango y de repente estaba hablando con el general Hernán Mardones de Chile, a quien no conocía. Pero nos contamos en qué lugar estaba cada uno. Yo, en Pino Hachado y él cerca de Temuco, dos localidades que están a la misma latitud, enfrentadas. Entonces los dos dijimos "si se armaba la guerra nos matábamos"


Cuarenta años después

A mediados de 2018, tras casi cuatro décadas de aquel momento infame para los pueblos de Chile y Argentina, el regimiento de Las Lajas se juntó en Villa María, Córdoba, para compartir anécdotas, asado y vino. Por supuesto, Bruera sacó la guitarra y cantó Palermo, me tenés seco y enfermo

-Bruera, ¿y de la dictadura de entonces? –

-Yo tenía el concepto claro de que la dictadura era un flagelo.

A principios de junio de 2010, Bruera fue desplazado de su cargo y enviado a Perú. Una nota de Mariano Obarrio, cronista en Casa Rosada por La Nación, señalaba: "Bruera es peronista y siempre jugó muy bien para inculcar los derechos humanos en el Ejército".

Fuente:Infobae

Llegan a Siria buques de guerra de la OTAN


Los buques de guerra de la Segunda Agrupación Naval Permanente de la OTAN (SNMG2) se acercaron a Siria, según informa Interfax con referencia a los datos de monitoreo de los recursos marinos occidentales especializados.

Ahora, la zona del Mediterráneo Oriental la están patrullando fragatas de las armadas canadiense, griega y holandesa, de esta última, el buque insignia del grupo naval de la OTAN, el HNLMS De Ruyter.

En la costa de Siria ya se había visto anteriormente el submarino nuclear HMS Talent de la Marina Real británica, equipado con 10 misiles crucero Tomahawk.

Un buque de la Armada rusa lanza un misil de crucero Kalibr de largo alcance en el Mediterráneo oriental.

Además de ellos, ya hay en la zona tres destructores de misiles USS Carney, USS Ross y USS Winston S. Churchill, y el buque insignia de la Sexta Flota de la Marina de EEUU, el USS Mount Whitney. El Mediterráneo Oriental lo patrullan al menos tres submarinos de ataque nuclear de Estados Unidos de clase Los Ángeles. En total, el grupo estadounidense está equipado con al menos 204 misiles de crucero Tomahawk.



El 28 de agosto, se informó que la agrupación de buques de guerra rusos en el Mediterráneo alcanzó su punto máximo desde el comienzo de la operación para luchar contra los grupos armados ilegales en Siria. Ahora incluye 10 naves, entre ellas, el crucero de misiles Ustinov Marshal y el barco antisubmarino Severomorsk. La mayoría de ellos están equipados con misiles crucero Kalibr. Además, se enviaron dos submarinos a las costas de Siria.

El fortalecimiento de la presencia del Ministerio de Defensa en el Mediterráneo oriental se decidió tras conocer la noticia de un posible ataque estadounidense contra Siria. Según el ministerio, Washington envió el destructor Sullivans con 56 misiles de crucero a bordo al golfo Pérsico, y el bombardero estratégico B-1B armado con 24 misiles a la base aérea de El-Udeid en Qatar. Se observó que el motivo del ataque podría ser una provocación con armas químicas.

Fuente:interfax

Ksk Symposium 2018: acusonic protege al personal de los vehículos

En el Symposium 2018 KSK de este año, Thales presenta su sistema de detección acústica de disparos ACUSONIC montado en un vehículo. (Foto: DPM)

Diseñado para detectar y reportar con precisión la dirección del fuego enemigo entrante, el sistema de detección de disparos acústicos montado en vehículos ACUSONIC de Thales (presentado en el Simposio KSK de este año) proporciona al personal de los vehículos la conciencia de la situación crítica para reaccionar ante la amenaza. 

Su innovador sistema de sensores se basa en la tecnología de sonar de Thales que proporciona los "oídos" para barcos y submarinos de todo el mundo.


Equipado con potentes sensores acústicos, el sistema en sí mismo es extremadamente robusto gracias a su diseño en forma de concha, lo que le permite instalarse sin problemas en los laterales de cualquier vehículo


Thales firmó un contrato con General Dynamics Land Systems UK para la instalación de ACUSONIC en vehículos AJAX. Según los términos del contrato, 735 sistemas ACUSONIC están ahora en orden para su integración en Ajax. Thales ya ha firmado un contrato para suministrar los sistemas de avistamiento primario y secundario del vehículo.

Contrato para SAAB de municiones de mortero

Saab sigue consolidando una posición cada vez más dominante en el suministro de munición de mortero de precisión y municiones auxiliares. (Foto: Saab)

El 12 de septiembre Saab anunció que había ganado un concurso para un contrato marco de cinco años para munición de mortero de 81 mm de un cliente no revelado. Para incluir las rondas en vivo y de entrenamiento, las primeras convocatorias contra el pedido se prevén actualmente para 2019, y las entregas comenzarán al año siguiente.

Saab Bofors Dynamics Switzerland Ltd. (SBDS), una filial de Saab con sede en Thun y que opera como parte del área de negocio de Dynamics, fabricará y entregará los cartuchos de mortero. 

El pedido incluye la granada explosiva WG, así como la granada explosiva EUG y, potencialmente, el producto más nuevo de SBDS - el THOR - lo último en granadas de mortero pre-fragmentado.

"Le damos una calurosa bienvenida a esta selección de nuestras municiones de mortero. El requisito era exigente en lo que respecta a sus necesidades operativas y de formación. Nuestra selección es indicativa de nuestro liderazgo como diseñador y fabricante de munición de mortero de alta calidad", comentó el director del área de negocio de Saab Dynamics, Görgen Johansson. 

Fuente:saabgroup

Triumph Group amplía el contrato para los componentes de la cabeza de combate Hellfire Romeo

El 10 de septiembre, Triumph Group anunció que General Dynamics Ordnance and Tactical Systems (GDOTS) ha adjudicado a la empresa dos ampliaciones de contrato para componentes forjados y mecanizados de precisión para el sistema de misiles HELLFIRE Romeo. Se espera que los contratos generen más de 11 millones de dólares en ventas.

Muy pocas empresas de ingeniería tienen la capacidad de cumplir con los requisitos de precisión de los revestimientos de ojivas para misiles como HELLFIRE Romeo. (Foto vía Wikipedia Commons)

HELLFIRE Romeo (AGM-114R), que incorpora una variedad de mejoras, incluyendo la guía láser semi-activa, es la última variante del sistema, está reemplazando a todas las variantes anteriores y ahora es la única que está siendo adquirida por el Ejército de los Estados Unidos.

Triumph forma parte de un grupo extremadamente limitado de proveedores capaces de realizar los trabajos de mecanizado y forja necesarios para producir los revestimientos de carga principales y precursores utilizados en la HELLFIRE Romeo. La compañía aseguró originalmente el contrato con GDOTS en 1994 y sirvió como único proveedor para las piezas hasta 2017, cuando se ordenó un segundo proveedor. Desde entonces, Triumph ha mantenido más del 80% del contrato para el transatlántico principal y el 100% para el transatlántico precursor.

"Nos complace seguir colaborando con General Dynamics Ordnance y Tactical Systems en apoyo del programa de misiles HELLFIRE Romeo", comentó Peter Wick, vicepresidente ejecutivo de Triumph Aerospace Structures. "[....] esperamos apoyarlos en otros programas de misiles que se beneficiarán de la experiencia en mecanizado y forja que ofrecemos."

El sector militar es un área de crecimiento importante para Triumph Group y sus tres unidades de negocio. Además de ser un proveedor superior para los programas de misiles de General Dynamics, Triumph también tiene un contenido significativo en programas como el AH-64, KC-46, V-22 y F-35. La compañía también ha sido nombrada como uno de los principales proveedores de la oferta de Boeing T-X para el programa de entrenadores de la Fuerza Aérea de EE.UU. que aún no se ha decidido.


Ksk symposium 2018: Telefunken racoms presenta xact th70

Telefunken RACOMS presentó la mira de arma térmica de largo alcance no refrigerada XACT th70 en el Simposio KSK 2018. (Foto: DPM)

Telefunken RACOMS presentó su nueva mira térmica de largo alcance no refrigerada XACT th70 (TWS) en el Simposio KSK de este año.

La compañía ofrece una amplia variedad de TWS tácticos precisos y de alta resolución, disponibles con tecnología no refrigerada o refrigerada. 

Desde TWS no refrigerados de bajo peso hasta TWS refrigerados con un rango de reconocimiento muy alto, Telefunken RACOMS cubre todos los escenarios operativos.


El nuevo XACT th70 TWS táctico no refrigerado para operaciones diurnas y nocturnas con capacidad de orientación de alta precisión pesa menos de 1.000 gramos. 

El TWS está equipada con un adaptador estándar para rieles Picatinny, diseñado para osciloscopios x5-x18, lo que permite una liberación rápida.

La mira es para operaciones de equipo, y ofrece un kit de red de vídeo que consiste en la grabación de vídeo (tres horas de vídeo) y es capaz de conectar el tirador a la sede central a través de WiFi y Bluetooth.

Tiene la capacidad de trabajar continuamente durante ocho horas con cuatro baterías AA y cuenta con una detección de objetivo humano de 2.500 m y un reconocimiento de objetivo humano de 1.000 metros.

Telefunken RACOMS XACT th70 no refrigerado de largo alcance de armas térmicas de largo alcance en Haenel RS8 fusil de precisión de acción de perno en frente de Schmidt & Bender 1-8x245 PM II de corto alcance de doble visión CC.