Soldados ucranianos de pie junto a su vehículo blindado de transporte de personal, no lejos de la línea del frente con las tropas rusas, en el distrito de Izyum, región de Járkov, el 18 de abril de 2022. Foto: Anatolii Stepanov/AFPLa renovada ofensiva rusa en el Donbás ucraniano ha convertido la región oriental en un "infierno", ha declarado el presidente Volodymyr Zelensky, mientras Estados Unidos aprobaba un gigantesco paquete de ayuda de 40.000 millones de dólares para el país.
Tras fracasar en la toma de Kiev tras el lanzamiento de la invasión en febrero, Rusia ha centrado sus ataques en el sur y el este de Ucrania, devastando ciudades y pueblos con fuego de artillería.
Las fuerzas de Moscú han intentado hacerse con el control total de Donbás, una zona de habla rusa que está parcialmente controlada desde 2014 por los separatistas pro-Kremlin.
"En Donbás, los ocupantes están tratando de aumentar la presión", dijo Zelensky en su discurso nocturno del jueves.
"Hay un infierno, y no es una exageración".
El Ministerio de Defensa en Kiev dijo el jueves que las fuerzas rusas estaban impidiendo que los civiles en Donbás huyeran a territorio controlado por Ucrania.
En Severodonetsk, 12 personas murieron y otras 40 resultaron heridas cuando las fuerzas rusas bombardearon la ciudad oriental, dijo el gobernador regional.
Severodonetsk y su ciudad hermana, Lisichansk, constituyen el último reducto de resistencia ucraniana en la más pequeña de las dos regiones que componen la zona de guerra de Donbás.
Las fuerzas rusas han rodeado las dos -divididas por un río que marca un frente central de la guerra- y las están bombardeando para tratar de desgastar la resistencia y privar a los residentes de suministros.
Los residentes que aún permanecen en la ahora fantasmagórica ciudad tienen miedo de dar más de unos pasos fuera de la puerta de su casa.
Nella Kashkina se sentó en su sótano junto a una lámpara de aceite y rezó.
"No sé cuánto tiempo podremos aguantar", dijo esta mujer de 65 años.
"No nos quedan medicamentos y muchas personas enfermas -mujeres enfermas- necesitan medicinas. Sencillamente, no queda ninguna medicina".
Zelensky describió el jueves el bombardeo de Severodonetsk como "brutal y absolutamente inútil".
Biden apoya a Finlandia y Suecia
Los aliados de Ucrania, encabezados por Estados Unidos y la Unión Europea, han dado miles de millones de dólares en ayuda -incluyendo equipo militar- a Kiev desde que comenzó la invasión rusa el 24 de febrero.
El Congreso estadounidense aprobó el jueves un enorme paquete de armas y ayuda por valor de 40.000 millones de dólares, y la Casa Blanca dijo que el Presidente Joe Biden lo firmaría durante su viaje a Asia.
El paquete incluye 6.000 millones de dólares para que Ucrania mejore su inventario de vehículos blindados y su sistema de defensa aérea.
Biden ha presentado la guerra de Ucrania como parte de una gran lucha de la democracia contra el autoritarismo liderada por Estados Unidos.
El jueves, en la Casa Blanca, ofreció "un apoyo total y completo" a Finlandia y Suecia en su intento de entrar en la OTAN, dando a los líderes de los vecinos nórdicos una bienvenida con alfombra roja en la Casa Blanca.
Finlandia y Suecia se han mantenido históricamente al margen de la alianza para no enfadar a Rusia, pero cambiaron de rumbo -a pesar de las advertencias del Kremlin- cuando la brutal invasión conmocionó a Europa.
Pero los 30 miembros actuales de la OTAN tienen que ponerse de acuerdo para ampliar la alianza, y Turquía ha expresado sus recelos sobre los nuevos solicitantes, acusándolos de lo que describe como indulgencia hacia los grupos armados kurdos.
El Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo que la alianza estaba "abordando las preocupaciones que Turquía ha expresado".
El Secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, se hizo eco de este comentario, diciendo: "Estoy muy seguro de que, a medida que avance este proceso, habrá un fuerte consenso para incluir a ambos países en la alianza".
En Finlandia, una cervecería produjo una cerveza especial para la OTAN.
Sabe a "seguridad, con un toque de libertad", dijo el cervecero Petteri Vanttinen.
Pido perdón".
En el sur de Ucrania, 1.730 soldados ucranianos se rindieron esta semana en la planta siderúrgica de Azovstal, en la ciudad portuaria de Mariupol, según informó Rusia el jueves.
El Ministerio de Defensa ruso difundió un vídeo en el que se ve a soldados ucranianos exhaustos saliendo a duras penas de la extensa planta siderúrgica, después de que un asedio de varias semanas obligara a los defensores y a los civiles a acurrucarse en túneles, soportando una terrible escasez de alimentos, agua y medicinas.
Las tropas rusas cachearon a los que se rendían e inspeccionaron sus bolsos al salir, señalando el fin efectivo de lo que el gobierno ucraniano había llamado una resistencia "heroica".
El Comité Internacional de la Cruz Roja dijo que había registrado "cientos de prisioneros de guerra ucranianos" de la planta de Mariupol, que ha sido arrasada por los bombardeos rusos.
Ucrania espera intercambiar a los soldados de Azovstal por prisioneros rusos.
Pero las autoridades pro-Kremlin de la región oriental ucraniana de Donetsk dijeron que algunos de ellos podrían ser juzgados.
Kiev ha comenzado a juzgar a las tropas rusas capturadas por presuntos crímenes de guerra, y los fiscales han detallado 12.595 cargos, incluido el horrible bombardeo de una maternidad en Mariupol.
El primer soldado ruso que será juzgado en Ucrania pidió perdón el jueves.
Vadim Shishimarin ha admitido haber matado a tiros a Oleksandr Shelipov, un hombre desarmado de 62 años.
"Sé que no podrás perdonarme, pero sin embargo te pido perdón", dijo el sargento de 21 años a la viuda de Shelipov.
No somos idiotas
El conflicto ha hecho tambalearse a la economía mundial, especialmente a los mercados de la energía y los alimentos.
Rusia y Ucrania producen el 30 por ciento del suministro mundial de trigo y la guerra ha disparado los precios. Rusia es también un importante exportador de fertilizantes.
El Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, ha advertido que podría desencadenar una crisis alimentaria que podría durar años.
Estados Unidos y Rusia se culparon mutuamente el jueves del empeoramiento de la situación alimentaria.
Washington pidió a Rusia que permitiera las exportaciones de grano ucraniano retenido en los puertos del Mar Negro.
Pero, por separado, Dmitri Medvédev -ex presidente de Rusia y ahora alto funcionario de seguridad- dijo el jueves que Occidente no debe esperar que Moscú continúe con el suministro de alimentos.
"Por un lado, se imponen sanciones insanas contra nosotros y, por otro, exigen el suministro de alimentos. Las cosas no funcionan así, no somos idiotas", dijo en Telegram.
"Los países que importan nuestro trigo y otros productos alimentarios lo tendrán muy difícil sin suministros de Rusia. Y en los campos europeos y de otros países, sin nuestros fertilizantes, sólo crecerán jugosas malas hierbas"
Fuente:https://www.thedefensepost.com
