A raíz del conflicto que se produjo en Ucrania, en 2014 Kiev intentó golpear un sector vulnerable para Rusia y limitó los suministros de motores para la aviación producidos en su territorio. Sin embargo, dos años después, los ingenieros rusos han logrado realizar una serie de avances tecnológicos que ponen en tela de juicio quién es el mayor perjudicado por las restricciones ucranianas.
La empresa afectada por el embargo se llama Motor Sich y es una compañía ucraniana conocida por crear motores en 1990 y 2000 para helicópteros rusos como el Ka-32, el Mi-17, el Mi-8 MTV o aviones como el Yak-130 o el Be-200.
Localizada en la región ucraniana de Zaporozhye, Motor Sich está considerado como uno de los mayores fabricantes de motores para la aviación rusa y en 2011 firmó un contrato por un valor de 1.500 millones de dólares con la compañía Helicópteros Rusos, según el cual se comprometía a suministrar de 250 a 270 motores anualmente.
Esta colaboración se deterioró a raíz del conflicto en Ucrania, cuando en 2014 Kiev firmó una ley que prohibía los suministros de cualquier producto de uso civil y militar a Rusia. Sin embargo, la cadena de televisión Zvezdá indica que se puede decir con certeza que, pasados dos años, Rusia se recupera con éxito tras la pérdida de su suministrador vecino.
Un plan preconcebido
Las relaciones con Ucrania eran demasiado tensas desde hacía tiempo, por lo que Rusia empezó a valorar una nueva localización para la planta de producción de motores para los MI-28 mucho antes de los acontecimientos en Maidán.
De esta manera, el programa de construcción de la planta de fabricación de motores propios se inició en el lejano 1999 y se completó en 2012, con la inauguración de la factoría llamada Klimov, en San Petersburgo. Para el 2014 se produjeron los primeros 10 motores. El nuevo modelo es un 15-20% más potente, tiene entre 1.000 y 2.000 kilos de capacidad adicional de transportación y es el 50% más rápido a la hora de tomar altura.
Según los planes de desarrollo, la planta Klimov aumentará el número de motores fabricados hasta 350 unidades para el año 2017 que serán instalados en helicópteros como el Mi-24/35, el Ka-52, el Kа-27/29/31 y el Kа-32.
Motores para helicópteros ligeros rusos
La Corporación de Fabricación de Motores para la Aviación Civil y Militar rusa informó que lleva a cabo el desarrollo de un motor para helicópteros VK-800V que podría ser utilizado para la modernización de los helicópteros Asnat, que actualmente están equipados con motores de fabricación extranjera.
Gracias a su generador de gas, se propone crear una variante de motor que se ajustaría a los requisitos de los clientes potenciales", ha informado la compañía en un comunicado.
El Mi-38, un helicóptero con mucho potencial
El moderno helicóptero multipropósito Mi-38, de media distancia, se equipará con el nuevo motor turbohélice, desarrollado en la planta Klimov para aviones civiles regionales Il-114. Según la opinión de muchos expertos, la versión básica del motor es superior a muchos otros diseños del mundo de esta clase en aspectos como el ahorro de combustible, la capacidad y la seguridad.
Para el año 2019 se prevé que la producción de los helicópteros alcance las 50 unidades, lo que sería suficiente para satisfacer las necesidades. La producción de los motores, con todos los componentes, accesorios, ensamblajes, rodamientos y sensores será realizada al cien por cien en plantas rusas.
El motor para "el escritorio volador"
El motor para el avión de combate Yak-130 ha sido producto de la cooperación entre la planta de Ucrania Motor Sich y la planta Rusa Salut, que los pilotos definen como un "escritorio volador". De Ucrania se suministraba la parte 'caliente' del motor, que es el generador de gas. Y la planta rusa era la responsable de la parte fría del motor y se ocupaba de su ensamblaje, las pruebas y el suministro a la planta de Irkutsk. En 2015 se inició el proceso de creación de las propias unidades de fabricación del modelo completamente localizadas en Rusia.
El anfibio despega
Cabe destacar el avance del proyecto único de creación del avión anfibio Be-100, que se estrenó en la ciudad de Taganrog. La estructura del avión está hecha de acero resistente al agua marina. Por sus características, el vehículo no tiene equivalentes en el espacio postsoviético. El modelo estará equipado con un motor turboventilador D-436TP, fabricado en la planta de Ufa.
El avión del siglo XXI
Uno de los ejemplos exitosos es el proyecto del motor PD-14 para equipar el avión de pasajeros MS-21-300. Los expertos consideran que esto permite crear, a base de su generador de gas, una serie de motores con potencia de 9 a 18 toneladas —tanto para los aviones como para los helicópteros—. El PD-14 ahora está en fase de pruebas. Además, se espera elaborar una variante de este motor para los helicópteros —el motor turbohélice PD-12V, que por sus dimensiones coincide con el diseño de los MI-26
Cooperación internacional
A medida que Rusia aspira a dejar de depender de los suministradores poco fiables, varios proyectos internacionales siguen desarrollándose. Entre los socios estratégicos destaca China. En mayo de 2015, la corporación Helicópteros rusos firmó un acuerdo con la compañía china AVIC, según el cual se desarrollará un proyecto conjunto del motor PD-12B, diseñado para equipar el helicóptero pesado AHL —Advanced Heavy Lift—.
Otro proyecto de gran relevancia se lleva a cabo con socios indios, y se espera producir un motor para aviones de combate y entrenamiento.
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