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A largo plazo, el ejército chino es el principal adversario de las fuerzas armadas estadounidenses. Un conflicto con un enemigo casi par sería muy diferente a las dos últimas décadas de contrainsurgencia. Entonces, para cumplir con las exigencias de las guerras en Afganistán, Irak y Siria, el Pentágono tuvo que dejar que algunas habilidades se atrofiaran. Y ahora, el ejército estadounidense está jugando a ponerse al día.
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Este mes, aviones de combate y de apoyo del Cuerpo de Marines y de la Armada asignados a la zona de operaciones del Indo-Pacífico realizaron una serie de ataques simulados contra objetivos navales. Apuntar y atacar a los buques de guerra enemigos, con sus potentes defensas antiaéreas, es una experiencia totalmente diferente a la de lanzar bombas sobre terroristas e insurgentes en un entorno de superioridad aérea.
Aviones del 1er Ala Aérea de los Marines y de la 7ª Flota de la Armada de EE.UU. realizaron un ensayo conjunto de tácticas y ataques simulados contra objetivos navales cerca de Okinawa, Japón.
"Este entrenamiento ofreció una oportunidad vital para practicar acciones marítimas letales con elementos de la Armada y del Cuerpo de Marines que operan contra un adversario similar", dijo el teniente coronel Jeremy Siegel, oficial de operaciones de la 1ª Ala Aérea de Marines, en un comunicado de prensa.
"Esto fue extremadamente valioso porque nos permitió perfeccionar nuestras tácticas, técnicas y procedimientos para llevar a cabo ataques marítimos conjuntos y también nos dio la oportunidad de practicar el mando y control de una estructura organizativa diversa. Gracias a eventos como éste, podemos establecer un marco repetible que puede aplicarse a acciones similares en el futuro", añadió el teniente coronel Siege, que también fue el planificador principal del ejercicio.
El simulacro incluyó aviones de combate F/A-18C/E/F Hornet y Super Hornet, aviones del sistema de alerta temprana aerotransportada E-2D Advanced Hawkeye y aviones cisterna KC-130J. Los aviones despegaron desde tres lugares diferentes (Okinawa, Japón continental y el portaaviones USS Carl Vinson) durante un período de seis días.
"La Armada de los Estados Unidos está comprometida con una presencia constante en la región del Indo-Pacífico. Como parte de la gran Fuerza Conjunta de los Estados Unidos y junto a nuestros aliados y socios, nuestra estrategia es sencilla: desarrollar y mantener las capacidades de combate, la preparación y el mantenimiento necesarios para garantizar la libertad en el ámbito marítimo. Nos entrenamos y ensayamos para que, en caso necesario, podamos actuar en interés de la comunidad mundial para mantener el orden internacional basado en normas que ha garantizado la soberanía y la prosperidad de todas las naciones", declaró el contralmirante Dan Martin, oficial al mando del Carrier Strike Group One.
La 7ª Flota
La Séptima Flota es el mando de la Armada dedicado al Indo-Pacífico y la mayor flota de avanzada del ejército estadounidense. La Séptima Flota comanda entre 50 y 70 buques de guerra de superficie y submarinos, incluyendo portaaviones de propulsión nuclear y submarinos de ataque. Debido a su área de responsabilidad y a los países que la componen, el mando es probablemente el más importante de la Armada.
El Grupo de Ataque de Portaaviones (CSG) 1 ha estado realizando un intenso entrenamiento en el Indo-Pacífico, participando en varios ejercicios multinacionales en la región. Está compuesto por el USS Carl Vinson, el USS Lake Champlain, crucero de misiles guiados de clase Ticonderoga, y el USS Stockdale, un destructor de misiles guiados de clase Arleigh Burke, además de buques de reabastecimiento.
Fuente:https://www.19fortyfive.com
