Inicio

Desarrollo defensa y tecnología belica blog de difusión de tecnologías de sistemas de armas,noticias,conflictos internacionales, y la evolución histórica de material bélico en general

domingo, 15 de julio de 2018

Turquía venderá 30 helicópteros ATAK a Pakistán en un importante acuerdo militar de exportación

Esta imagen de archivo muestra un helicóptero de ataque TAI/AgustaWestland T129 ATAK multi-función y para todo clima en vuelo.
Turquía y Pakistán han cerrado un acuerdo para la venta de 30 helicópteros de ataque
TAI/AgustaWestland T129 ATAK multifuncionales y para todas las condiciones meteorológicas en un acuerdo que ha sido considerado como una de las mayores exportaciones individuales de la industria de defensa de Ankara.
"Las negociaciones sobre el contrato de los helicópteros T129 ATAK entre Turkish Aerospace Industries (TAI) y el Ministerio de Producción de Defensa pakistaní fueron finalizadas", dijo el viernes la agencia de noticias oficial turca Anadolu, citando a la Subsecretaría de Industrias de Defensa Turca (SSB)

Fuentes militares, solicitando el anonimato, dijeron que los helicópteros serán entregados gradualmente a lo largo de cinco años, y que el TAI también ha acordado proporcionar servicios de logística, piezas de repuesto, entrenamiento y municiones.


En una entrevista exclusiva con Anadolu en noviembre de 2017, el ex ministro pakistaní de Producción de Defensa y ministro de Ciencia y Tecnología, Rana Tanveer Hussain, dijo que su país tiene previsto adquirir 30 helicópteros de ataque y cuatro buques de guerra de Turquía.

El 5 de julio, el Ministro de Defensa turco, Nurettin Canikli, dijo que Ankara había ganado una licitación para construir cuatro corbetas para la Marina de Pakistán, describiendo el acuerdo como "la mayor exportación de defensa de Turquía en un solo acuerdo"

"Una licitación abierta por la Armada de Pakistán para suministrar cuatro corbetas acaba de concluir y Turquía ha ganado la licitación", dijo Canikli a los periodistas durante una visita oficial a Montenegro.

Y añadió: "Se trata de un proyecto multimillonario y Turquía ha emprendido un proyecto tan sofisticado por primera vez en el ámbito internacional. Las negociaciones duraron más de seis meses. Se han completado después de un período realmente difícil y exhaustivo, y el acuerdo se ha firmado hoy"

Esta imagen muestra una corbeta turca de clase Ada MİLGEM (National Ship)(Foto de la agencia de noticias Anadolu)

En virtud del acuerdo, se construirán dos buques en Estambul y otros dos en Karachi. Dos corbetas se unirán al inventario de la Marina de Pakistán en 2023 y las dos restantes en 2024.


El acuerdo también incluye el intercambio de información de ingeniería y la formación de ingenieros.


El primer buque se fabricará en 54 meses, mientras que el resto se construirá en 60, 66 y 72 meses respectivamente.

Las corbetas, que podrán navegar ininterrumpidamente durante 15 días, tendrán una longitud de 99,56 metros y una anchura de 14,42 metros con una velocidad máxima de 26 nudos.

China Lanza 2 Destructores Tipo 055 Simultáneamente

El gigantesco destructor O55 con el cual China equilibra las fuerzas de sus rivales en Asia. AFP

La armada de China está exhibiendo un desarrollo de buques de combate más grandes y mejores y creciendo a una velocidad incomparable para el resto de las naciones alrededor del mundo, afirman publicaciones especializadas. 

Informes de especialistas citados por la CNN, la revista de defensa Jane’s y la web The Diplomat consignaron que a comienzos de este mes la marina china botó dos destructores de 13 mil toneladas del tipo 055 misilísticos, los más sofisticados y de mayor tamaño buques de combate en toda Asia.

La revista Jane’s dijo que incluye una capacidad combinada del uso de sus misiles tierra aire y tierra tierra que lo convierte en un arma particularmente compleja.

La web The Diplomat sobre Asia-Pacífico añadió que el buque lleva una tripulación de 300 miembros. El buque esta previsto para integrarse a los grupos de batalla que integran varias unidades en operaciones

Infografia

La cadena cita al analista militar Timothy Helat quien explica que los buques cuentan con un diseño sofisticado, características de navegación y operación sigilosa. “Son de mayor tamaño y más capacidad de combate que la mayoría de los destructores de Estados Unidos, Japón y Corea del Sur”, sostuvo. Esa comparación deja atrás en varios pies de largo al Ticonderoga norteamericano que desplaza poco menos de 10 mil toneladas o el Sejong sudcoreano que desplaza 10 mil toneladas.

China esta empeñada en un programa de incremento de su poderío naval que es de mucho menor tamaño y capacidad que el que despliega Estados Unidos. Pero además este ímpetu se alimenta del interés de Beijing de mantener presencia fuerte en el mar de China que Occidente reclama como aguas internacionales pero que para el Imperio del Centro constituye un espacio estratégico.

La botadura simultánea de los dos navíos no es una casualidad. Sirvió para exhibir una notoria habilidad en la construcción de estas armas. Según el China Daily, estos buques superan en capacidad y potencia a los de tipo 052 que han sido hasta ahora los más potentes de la marina del gigante asiático.

Cada uno de estos destructores cuenta con 122 tubos de lanzamiento de misiles equivalentes a los norteamericanos Tomahawk. Disponen también de lanzaderas para neutralizar ataques de aviones u otros buques enemigos. Dos helicópteros a bordo se ocupan de las operaciones antisubmarinas.

Un detalle importante es que estos barcos están diseñados para operar en aguas distantes de sus bases, una habilidad que hasta el momento solo exhibe la marina de Estados Unidos con presencia en los océanos alrededor del mundo.

Fotografía de archivo de un buque de la guardia costera china patrullando en las disputadas aguas del Mar de la China. EFE

Estos lanzamiento se conocieron en momentos que China confronta un choque creciente con Estados Unidos por el intercambio comercial que Washington denuncia inaceptablemente deficitario contra ese país. Pero, según los analistas, la discusión real excede esa cuestión y se ubica precisamente en los avances tecnológicos del gigante asiático que amenaza ser líder en el área en un breve puñado de años eso pretende revertir Washington.

Puede ser un propósito difícil. Los dos destructores se unieron a otro par que fueron botados en junio de 2017 y en abril pasado. Los analistas sostienen que la mayoría de los países incluyendo EE.UU. usualmente ponen en el mar un barco a la vez debido a la limitada capacidad de producción. Mantener dos líneas de producción simultáneas es una exhibición deliberada de Beijing sobre que los costos importan menos que lo que pretende que el resto del mundo observe.

Asimismo fuentes de defensa en Estados Unidos sostienen que estos buques serian los primeros de China con armamento electromagnético y en un navío totalmente de guiado electrónico. Parte de los avances que justamente preocupan a Washington. China espera haber construido una veintena de estos destructores, pero también fragatas y portaaviones para que estén en servicio progresivamente hacia 2030. 

Fuente:EFE

La Argentina no es la Argentina sin poder militar

A pesar de la poca probabilidad de un conflicto interestatal en el corto plazo, la dirigencia debe considerar a la Defensa como una inversión, y no como un gasto. Por Horacio Sánchez Mariño y Eduardo Gassino*

Ejercicio IXna Brigada Mecanizada Foto: ejército argentino

Desde hace décadas, se viene escuchando que no se cierne ninguna amenaza militar sobre la Argentina. Entonces, ¿para qué tener fuerzas armadas? Esta es la gran pregunta en el debate político militar. La afirmación sobre la ausencia de amenazas es muy discutible; sin embargo, tomándola como cierta, la respuesta es simple: las Fuerzas Armadas deben asegurar la proyección del poder del Estado hasta el último rincón de aquellos espacios que reclama como suyos. En otras palabras, deben asegurar la integridad territorial y los intereses vitales inherentes a la existencia misma del Estado.

Para comprenderlo, es esencial ampliar el horizonte temporal sobre la evolución de las fronteras, tanto hacia el pasado como hacia el futuro. ¿Qué edad tienen las fronteras nacionales tal como las conocemos? Podríamos remontarnos a 1902, con la firma del Tratado de Límites con Chile, sin contar los "retoques" que casi nos llevan a una guerra en 1978 por el tema del Beagle. Luego, la visión de un estadista que firmó el Tratado de Paz y Amistad con el país hermano ocluyó las posibilidades bélicas. Sin embargo, ¿cómo evolucionaron las fronteras de los países europeos en los últimos ciento cincuenta años? Alemania se unificó después de la guerra franco-prusiana en 1870 y se dividió al final de la Segunda Guerra Mundial. En 1990, se unificó nuevamente. Yugoslavia estalló con la tercera guerra de los Balcanes, Georgia perdió Osetia del Sur y Ucrania perdió Crimea recientemente.

Así como el lenguaje es susceptible de interpretarse de manera diferente con el paso del tiempo, los tratados de límites también. Los límites son una convención que está muy lejos de ser pétrea, sobre todo cuando impera la debilidad en los Estados. Polonia es el caso citado habitualmente, si recordamos al pasar que su decisión de no modernizar sus fuerzas armadas facilitó a Hitler la decisión de invadirla. 

El resultado es conocido.

Si extendemos la mirada hacia el futuro, nos preguntamos si alguien puede asegurar que los límites de la República Argentina serán los mismos dentro de cien años. Una respuesta positiva solo podría fundamentarse en la voluntad de sostener estos límites, si el Estado dispone de la última ratio, esto es, fuerzas armadas equipadas y educadas para cumplir con su misión.

La reconstrucción del sistema de defensa argentino, una deuda pendiente. Foto: ejército argentino

Muchos toman como un cliché la importancia de las riquezas naturales de nuestro país en un mundo donde las variables del crecimiento demográfico, así como la demanda de alimentos, de energía y de recursos estratégicos son crecientes. Al mismo tiempo, la dispersión no controlada de armas convencionales y no convencionales, el incremento de organizaciones criminales transnacionales y el cambio climático, entre otras circunstancias, acrecientan la entropía estratégica en el planeta.

Esta entropía se ve dinamizada por la actual configuración del mundo, en la que se vislumbra una especie nueva de guerra fría y un recrudecimiento de la amenaza bélica entre las grandes potencias. Quienes conducen la defensa deberían tomar nota de este cliché porque cabe preguntarse si tenemos una política de defensa que garantice nuestra integridad territorial a largo plazo.

Desde hace varias décadas, las únicas políticas de Estado que se mantuvieron en materia de defensa fueron el juzgamiento de los militares por los hechos de violencia de la década del setenta, el control civil de las fuerzas armadas y la reducción presupuestaria. El juzgamiento se concentró en las fuerzas del Estado y desvió la mirada de quienes provocaron la guerra revolucionaria. El control civil es un principio fundamental del funcionamiento democrático, pero fue utilizado para humillar a los militares y para ajustar la tercera política, la reducción presupuestaria, hasta los límites de la inanición.

UNA MIRADA ESTRATÉGICA

Algunos académicos desprecian la estrategia, aunque nunca han conocido el objeto de estudio que investigan: las Fuerzas Armadas. Sus parámetros científicos están obnubilados por la ideología. La mayoría de las veces estos académicos pertenecen a organizaciones financiadas por empresas e instituciones extranjeras cuyos intereses no coinciden con los del país. Existe también una red de becas y subsidios académicos que otorgan prestigio y permiten un buen estándar de vida a quienes se dedican a predicar contra las Fuerzas Armadas. Hay que aceptarlo, es un país libre, pero los funcionarios responsables de la Defensa deben tomar conciencia de estas realidades.

Una rápida mirada sobre la Argentina nos permite ver tres países: al norte, un país pobre; en el centro, un país rico; y al sur, un país continental y marítimo vacío.Enclavada en nuestra plataforma continental, una potencia extranjera refuerza permanentemente su poder militar. La proyección de ese territorio apunta a la Antártida, y vale recordar que varios sectores del continente blanco pretendidos por otras naciones se superponen con los reclamados por nuestro país.

El norte del país se encuentra en una situación de subdesarrollo insostenible, con evidencias claras de una progresiva transformación en un enclave territorial del narcotráfico y el crimen organizado. Estos poderes criminales no reconocen fronteras ni soberanías de Estados nacionales, provinciales o municipales. 

La droga en nuestra frontera norte está fagocitando a nuestras provincias. ¿Cuánto tiempo pasará hasta que el inmenso poder del dinero narco se transforme en la principal fuente de recursos para una población empobrecida, sin proyectos ni voluntad por parte de los Estados provinciales y del Estado nacional de defenderla e incluirla en el desarrollo?

Enclavada en nuestra plataforma continental, una potencia extranjera refuerza permanentemente su poder militar

Obviamente, el poder narco no se detiene allí, ya que el consumo local y la distribución hacia otros mercados mundiales se producen en las grandes ciudades. Lo afirmamos sin eufemismos: la Argentina es "un plato para devorar". Es estratégicamente débil, con valiosos recursos, pero carente de un proyecto de país que incluya una política de Estado en materia de defensa. Se acabaron los clichés.

La dirigencia política apuesta al crecimiento y desarrollo porque está convencida de que la Argentina atraerá inversiones e irá licuando el déficit fiscal que desequilibra todas las variables de la macroeconomía. Lo que no se tiene en cuenta es que defensa, seguridad y desarrollo están íntimamente relacionados. La capacidad de la defensa incrementa la seguridad del Estado y lo fortalece como actor estratégico, otorgándole mayor libertad y confiabilidad internacional para promover el desarrollo humano.

Al observar las democracias fuertes en el mundo (Estados Unidos, Francia, Alemania, Gran Bretaña, Canadá, Australia, etc.), se advierte que sus sistemas de defensa son fuertes. Democracia sin defensa es un contrasentido, y de allí se desprende la necesidad de un Estado seguro y fuerte. El rol que cumple el sistema de defensa en esa solidez estratégica no parece entrar en el radar de la política nacional. Es tal el nivel de desconocimiento, ideologización y visión cortoplacista que nadie parece saber qué hacer con las Fuerzas Armadas.

Un soldado equipado con visor nocturno monta guardia bajo el cielo de la Patagonia. Foto: ejército argentino 

Es fundamental revertir el proceso de brutal e irresponsable deterioro de la capacidad de defensa del país. El Reino Unido, por ejemplo, por la sola presencia de los familiares de soldados caídos, incrementó sus capacidades militares en las islas. Nosotros perdimos un submarino y la reacción del Estado fue asignar a las Fuerzas Armadas uno de los presupuestos más bajos de la historia en términos de porcentaje del PBI. ¿Disciplina fiscal o negligencia en el cumplimiento de los deberes públicos? No es un cliché recordar que el gobierno anterior terminó su mandato con una acusación de traición a la Patria, que ya ha llevado a algunos de sus responsables a la cárcel.

El resto de los países de la Región (Chile, Brasil, Perú, Colombia) se encuentran en procesos de modernización y reequipamiento de sus fuerzas armadas, pero aquí los profetas antimilitares sostienen que actualizar nuestro sistema de defensa o hablar del equilibrio estratégico es hablar de "carrera armamentista". El cambio de gobierno no da muestras claras de haberse desembarazado de los terribles preceptos ideológicos que destruyeron las capacidades militares. Los comisarios políticos siguen ejerciendo su infausta tarea de debilitar el poder de la Nación.

Es fundamental revertir el proceso de brutal e irresponsable deterioro de la capacidad de defensa del país

Las Fuerzas Armadas tienen más de doscientos años de historia –la edad de la Argentina– y han sido protagonistas del esfuerzo que significó organizar y consolidar el Estado argentino. Quienes conducen el Estado le deben respeto a la historia grande de la Nación y deben ser leales a quienes dieron su vida y su sangre para que fuéramos libres y soberanos.

POLÍTICA DE ESTADO

Comprendemos las limitaciones y los problemas económicos del país, pero ¿es aceptable que la desinversión en nuestro sistema de defensa se mantenga durante más de tres décadas? Esto ha permanecido inalterable en todas las administraciones. Esto solo puede definirse como la antipolítica de defensa. La responsabilidad no es de un gobierno sino de todos, de una clase dirigente en la que incluimos a las propias Fuerzas Armadas.

Si bien un conflicto interestatal es poco probable en el corto plazo, ¿lo es en el largo plazo? ¿Quién lo puede asegurar? A muchos les resulta repugnante la idea de una guerra y de armarse para defender lo nuestro. Esta convicción es el mayor de los desarmes, un desarme moral, una ética decadente y basada en un pacifismo malintencionado e ingenuo.

No agitamos el fantasma de la guerra. Ese fantasma recorre el mundo. Quienes escribimos este texto hemos conocido la guerra y sus terribles consecuencias. Y es porque la sufrimos por lo que estamos convencidos del significado de la máxima "si quieres la paz, prepárate para la guerra". No basta con la decisión unilateral de evitar el uso de la violencia armada. En este mundo caótico, bélico y peligroso, esta decisión lo único que hace es poner en peligro a nuestra gente, nuestros recursos, nuestra libertad.

Ante la historia, corremos el riesgo de ser una generación que traicionó los intereses esenciales de la Nación expresados en nuestra Constitución Nacional, riesgo que afecta especialmente a quienes tienen la responsabilidad de conducir los destinos de la República.

Las democracias avanzadas del mundo tienen sistemas de defensa fuertes. Foto: ejército argentino

La Defensa es una inversión, no un gasto. No se la puede improvisar con un par de buenas cosechas. Remontar un sistema de defensa que garantice a largo plazo la supervivencia de la Nación exige un gran esfuerzo, y es preciso comenzar hoy. ¿Se tiene conciencia de las energías materiales y espirituales que deben ponerse en juego para tener fuerzas armadas eficientes, con una doctrina moderna y capaces de interoperar con otros Estados?

Se pregona que las Fuerzas Armadas deben ser una "herramienta de la política exterior". En las democracias reales, esta herramienta se adecua a las exigencias del mundo actual, pero ¿estamos en condiciones de serlo? La respuesta es no. Solo con un importante apoyo de las Naciones Unidas o de una gran potencia, podríamos desplegar y sostener una misión en el exterior. Comparemos esto con la decisión europea de desarrollar la PESCO (Permanent Structured Cooperation), una reformulación de la iniciativa de defensa europea, más allá de la OTAN.

Cerramos este artículo con una opinión personal que debería debatirse en las áreas de poder con responsabilidad sobre la Defensa. La tarea de reconstrucción de nuestro sistema de defensa debe ser una política de Estado, que debe comenzar por definir con claridad los desafíos estratégicos que involucran a la Defensa, los que, a nuestro entender, son los siguientes:

1. Garantizar el dominio de los espacios territoriales nacionales soberanos.
2. Fortalecer la seguridad y la libertad de acción del Estado en la promoción de políticas de integración y promoción del desarrollo humano.
3. Contribuir al mantenimiento de la paz interior.
4. Fortalecer la posición argentina en cuanto a sus pretensiones sobre la Antártida.
5. Asegurar la inviolabilidad de las fronteras nacionales, particularmente, la frontera norte.
6. Garantizar la preservación y exclusiva explotación de los recursos naturales y estratégicos por parte del Estado argentino.
7. Fortalecer el control y la capacidad disuasiva en la Patagonia y el Atlántico Sur.

Charles de Gaulle sostuvo que Francia no era Francia sin grandeza. La grandeur nunca dejó de definir el destino del país galo. Sin pretensión alguna, decimos: la Argentina no es la Argentina sin poder militar. Le pese a quien le pese.

*Los autores son coroneles VGM (R) del Ejército Argentino. Oficiales de Estado Mayor.

Fuente:infobae