BARILOCHE,La empresa estatal tuvo un sobrio festejo. La compañía da empleo a más de 1.400 personas y fortalece su área nuclear tras la pausa que Nación le puso al plan satelital.
Bariloche
Una empresa de capital estatal que no disminuye su ritmo de trabajo a pesar de la crisis económica y que está orgullosa de su “modelo” de gestión. Así definió el gerente general de Invap SE, Héctor Otheguy, el momento actual de la firma que se transformó en sinónimo de tecnología nuclear y espacial y que ayer cumplió 40 años.
Otheguy dijo que Invap tuvo momentos críticos, como en años 90, cuando la ciencia y la tecnología dejaron de ser prioridad en el país y debió reducir su personal a la mitad. Hoy mantiene un plantel de 1.420 empleados directos (la mayoría científicos y profesionales), el máximo de su historia.
El acto de celebración se realizó en la sede de la empresa ubicada sobre el ingreso este de Bariloche y fue encabezado por el gobernador Alberto Weretilneck, pero fue cerrado al público y a la prensa. También estuvieron presentes el intendente Gustavo Gennuso, la senadora nacional Silvina García Larraburu y varios ministros provinciales.
En diálogo con este diario el gerente dijo que el achique de los 90 fue un momento muy difícil porque uno de los postulados iniciales de Invap fue “la creación genuina de empleo” para los técnicos formados en la región.
Subrayó que “sin científicos y técnicos de calidad nunca se hubieran alcanzado estos resultados”. Una gran parte de los trabajadores son graduados del Instituto Balseiro y de otras universidades del país. Otheguy apuntó también que 130 de los empleados actuales son egresados de la escuela industrial Jorge Newbery, la única de la ciudad, cuyos alumnos encuentran en Invap una importante salida laboral.
La idea de trabajar en “investigaciones aplicadas” (tal como lo señala el nombre de la firma) se cumplió de sobra, según Otheguy, en campos tan variados como la actividad nuclear, la fabricación de satélites, de radares y ahora también de molinos eólicos.
Según el directivo, es posible que los logros en materia espacial tengan más repercusión mediática por su “espectacularidad”, pero dijo que en el área nuclear Invap también tiene varios proyectos en marcha.
Actualmente produce dos reactores de investigación “mellizos”. Uno es el RA 10, está destinado al centro atómico Ezeiza y el otro será instalado en Brasil.
Otheguy detalló que mantienen colaboraciones importantes en esa materia con Argelia, India y Arabia Saudita y podrían participar en una licitación en Holanda, que quedó paralizada por problemas financieros cuando Invap ya había quedado como “oferta preferida”. Ahora el proyecto será reactivado y a la empresa rionegrina le tocaría encarar la etapa de ingeniería básica, con un presupuesto de 100 millones de dólares.
Otra oportunidad es la de construir un reactor de investigación para Sudáfrica en sociedad con un grupo francés. Para todos estos contratos fue fundamental la venta y construcción hace quince años de un reactor nuclear en Australia, que cumplió con todas las metas y que “abrió muchas puertas”, dijo Otheguy.
Según el gerente, en el último ejercicio (cerrado el 30 de junio) la empresa facturó alrededor de 200 millones de dólares, con una tasa de ganancia “que irá del 2 al 5 por ciento, y que se reinvierte en su totalidad”.
Dijo que históricamente Invap creció gracias al esfuerzo de su personal y “a las decisiones políticas” de gobiernos que decidieron “usar inteligentemente el poder de compra del Estado”.
Aseguró que el nuevo gobierno nacional no va a introducir cambios drásticos en el impulso logrado por Invap durante la gestión anterior. “La mayoría de los proyectos han sido ratificados y la deuda que el Estado tiene con la empresa la pagan regularmente”, dijo Otheguy.
Reconoció que el proyecto Arsat III quedó “suspendido” hace seis meses y lo atribuyó a que “las capacidades del Arsat II no se han comercializado” en los niveles previstos y eso restringió la financiación de todo el programa.
Otheguy destacó que el personal tiene una fuerte identificación con la empresa, participa con un representante en el directorio y también recibe anualmente un porcentaje de las ganancias. “Así funciona Invap desde sus comienzos, y sin eso no podríamos competir”, aseguró.
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