Evaluaron el elevado gasto en sueldos y la escasa inversión en tecnología heredada
El ministro de Defensa, Julio Martínez, se reunió ayer en la residencia de Olivos con el presidente Mauricio Macri, el primer encuentro formal para profundizar las políticas del sector militar.
Según pudo saber LA NACIÓN de fuentes del Gobierno, se trató de un encuentro de "seguimiento de gestión", tal como comenzaron a tener los jefes de otras carteras, y que se prevén habituales durante la gestión de Cambiemos. Martínez llevó un esbozo de lo que será el plan integral de gestión al frente de Defensa, cuya versión definitiva será presentada en 60 días.
Pero la mayor parte de la reu-nión versó sobre el cuadro de situación heredado en el ministerio: una estructura de gastos en personal muy elevada, con escasa inversión en tecnología y modernización.
Hubo gran hermetismo oficial sobre el temario de la reunión, que duró poco más de una hora. En la Casa Rosada se limitaron a emitir un escueto comunicado en el que atribuyeron al encuentro la "presentación del programa de gobierno" para el Ministerio de Defensa en 2016.
"El ministro puso sobre la mesa que el 70% del presupuesto [$ 57.000 millones en 2015] se va en personal y jubilaciones; así es difícil que haya margen para invertir", señaló una fuente calificada del Gobierno.
El ministro de Defensa definió en duros términos la política de área implementada por la gestión anterior.
Según confió la misma fuente, en un tramo de la reunión, Martínez fustigó: "Durante el kirchnerismo hubo más generales que durante la época de Videla y más almirantes que barcos".
Macri le pidió a Martínez que "trabaje en un plan innovador, que modernice a las fuerzas y aggiornado al siglo XXI", aunque sin tomar como modelo a ningún país. Y espera para las próximas semanas que el ministro lleve proyectos que apunten en ese sentido.
En Olivos no se trataron puntualmente las distintas auditorías que comenzaron hace algunas semanas en áreas sensibles de la estructura militar, como Fabricaciones Militares, y que empezaron a mostrar algunas irregularidades. Todavía están en proceso, y podría haber novedades en las próximas semanas.
Las autoridades de Defensa trabajan todavía en la revisión de la herencia. Y no se apuran en ponerle plazos definitivos a esa tarea. "Sería prematuro asegurar cuándo terminará", aseguraron.
El clima de la reunión fue "distendido", pese al tenor de los problemas que se trataron, según confiaron en el entorno de Martínez. Y destacaron la especial atención con que el Presidente sigue la tarea de Martínez, encolumnada en "cambiar el rumbo" de Defensa.
"Los dos están convencidos de que las fuerzas deben volver a ser organizadas a partir del Estado y no a partir de la política y sus necesidades", dijo una fuente de la Casa Rosada.
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