Ya sin el potencial económico e industrial de otras décadas, EE.UU. sería incapaz de producir lo suficiente como para imponerse en un nuevo conflicto global
Sobre la base de sus recursos militares y económicos, EE.UU. logró imponerse en la Segunda Guerra Mundial, pero entonces sus soldados, barcos y aviones tenían detrás una enorme cantidad de fábricas que los respaldaban.
Así, mientras logró mantener 350 destructores contra los 63 de Japón en el océano Pacífico; en Europa sus 70.000 tanques superaban en mucho a los menos de 45.000 de la Alemania nazi. Estas cifras eran el reflejo de un hecho: que los países del Eje solo sumaban la mitad de la capacidad económica de EE.UU
Sobre la base de estas cifras, el impulso que le dio Washington a la victoria aliada durante el conflicto mundial era de esperar. La "guerra del álgebra", como explicaba en el siglo XIX el militar prusiano Carl von Clausewitz, tenía un resultado casi asegurado
Sin embargo, la situación actual ya no es la misma que en la primera mitad del siglo XX y muchas de las fábricas de EE.UU. hoy están instaladas en China. De hecho, sus astilleros tienen un exceso de trabajo, mientras que muchos de los norteamericanos están cerrados. Una situación similar atraviesa la industria militar aérea y la espacial.
Por lo tanto, a menos que EE.UU. replantee su base manufacturera y reconozca su carácter deficitario, su poderío militar ya no volverá a ser el mismo, quedando cada vez más relegado frente al avance de las nuevas potencias
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