Escándalo suscitado por los excesivos montos pagados por los alimentos y enseres adquiridos en la campaña 2015/16 y que ha motivado el inicio de una causa judicial contra funcionarios de la anterior administración, debe sumarse las notorias dificultades que tiene el Ministerio de Defensa para cerrar la licitación por el alquiler de buques de abastecimientos para efectuar la próxima campaña de verano 2016/17.
La ausencia del rompehielos ARA “Irizar” tan necesario y útil, incentiva los problemas para abastecer a las trece bases antárticas, todas con diversos nivel de complicación para el transporte de alimentos y equipos. En esta Campaña Antártica de Verano (CAV) 2016/17 se abrió una licitación para rentar los medios navales y aéreos destinados a la logística en el continente blanco, además del sempiterno buque polar “Vasily Golovnin”, que ya tendría que formar para de la fuerza naval de tantas veces que lleva realizado los transportes, se requiere la presencia de un rompehielos pesado para penetrar las capas congeladas del Mar de Weddel y poder llegar con la carga, a la Base General Belgrano II, que es la más cercana al Polo Sur.
En otros años, la dificultad para acceder hacia este enclave argentino motivó que fuera alquilado un avión ruso IL-76 Candid para efectuar lanzamientos de carga por medio de paracaídas, con los consiguientes altos costos que dichas operaciones demandan. Tomemos en cuanta que hasta este momento, la Argentina lleva abonado más de ciento treinta millones de dólares en la contratación de servicios a terceros para cumplir con el abastecimiento de las bases, montos que algunos consideran excesivos y que darían pie para sospechas de corrupción.
El MINDEF realizó un llamado a licitación para la tarea y se presentaron los habituales oferentes, cuatro empresas para ser precisos, pero todas hicieron ofertas por montos superiores al presupuesto que ordenó la cartera de la Defensa. La campaña anterior costó más de 25 millones de dólares, ahora solo hay veinte millones disponibles según los funcionarios y todos debe amoldarse a dichas exigencias.
Los oferentes fueron rechazados y quedaron fuera del concurso de precios, incluyendo a la empresa que hizo seis campañas consecutivas y representa a firma rusas. A otra, una empresa sudafricana que se acercaba al límite de veinte millones, le fue rechazada la oferta por carecer de certificaciones y habilitaciones exigidas por el pliego, además los medios navales ofrecidos eran de poca entidad. La tarea de transporte en la Antártida no es para advenedizos y debe contarse con los medios técnicos adecuados y con personal experimentado.
Son trece bases que requieren de miles de toneladas de abastecimientos, combustible, víveres y materiales, que deben llegar a destino con celeridad y eficacia. Años atrás fue seleccionada una empresa naviera que puso un buque portacontenedores para la tarea, la misma no fue realizada porque el buque sufrió averías que lo sacaron del servicio, obligando a traspasar la carga y provocó casi una emergencia en las operaciones, esta licitación esta siendo investigada en la Justicia y quizás, algún día, sabremos si hubo corrupción en la misma.
El recorte de un treinta por ciento en los montos, con respecto a las licitaciones anteriores, y los tiempos judiciales-administrativos exigidos, imponen ahora que debe hacerse un nuevo llamado lo que atrasa indefectiblemente el inicio de las operaciones de carga de material. En realidad, esto ha venido sucediendo desde hace años, habitualmente la campaña empieza tarde y la salva el trabajo combinado de las Fuerzas Armadas, que con sus escasos medios disponibles deben potenciar el esfuerzo. (Luis Piñeiro)
Fotografías:
·Kapitan Dranitsyn un rompehielos que ya opero en su momento para Argentina.
·Argentina gasta millones anualmente en el alquiler de buques polares rusos.
·Fue necesario usar un IL-76 para efectuar recambio de personal y llevar carga a la base mas austral.
No hay comentarios:
Publicar un comentario