Parrot, una de las cuatro principales compañías de sistemas aéreos remotamente pilotados (RPAS) más importantes del mundo, ha presentado este jueves en España su nueva generación de minidrones, Parrot Mambo y Parrot Swing. Se trata de dos sistemas “ultra tecnológicos y que amplían las posibilidades de diversión hasta límites insospechados”, según sus responsables.
El modelo Swing es un aparato de apenas 73 gramos preparado para despegar y aterrizar verticalmente en modo cuadricóptero a la vez que puede volar a gran velocidad en modo avión. Se trata del primer mini drone capaz de comportarse de esta manera, de acuerdo con el fabricante francés. Cuenta con un diseño “especialmente aerodinámico, potente y realmente ágil”. Sus desarrolladores aseguran que está dotado de “una sorprendente estabilidad, dado que es capaz de alcanzar velocidades de hasta 30 kilómetros por hora, y viene preparado con sensores que ayudan al pilotaje”.
En cuanto al Mambo, su concepto “propone nuevos retos y aventuras gracias a sus nuevos accesorios”. Este dron, de 63 gramos, es capaz de disparar proyectiles, agarrar cosas, iluminar zonas oscuras y hacer piruetas “en un universo tecnológico y divertido donde la imaginación y la habilidad son los protagonistas”, afirma la fuente.
Los dos mini drones son compatibles con el mando a distancia de alta precisión Parrot Flypad, gracias a sus joysticks y botones.
En palabras del consejero delegado y fundador de la empresa, Henri Seydoux, “proponemos unas experiencias más novedosas, ricas, intensas e incluso sorprendentes con el Swing, el primer avión mini drone que despega y aterriza verticalmente”. El ingenio, con forma de X, se eleva en modo cuadricóptero, verticalmente, con sus cuatro hélices hacia el cielo. Después, con sus hélices apuntando al horizonte, “vuela a toda velocidad, con acelerones de 30 kilómetros hora”, señalan sus creadores. Posteriormente, “para aterrizar, el Swing vuelve automáticamente al modo cuadricóptero y aterriza cuidadosamente”.
Es un minidrone dotado de unos sensores de alta precisión integrados en su estructura que le permiten mantener una notable estabilidad. Cuenta con un acelerómetro y un giroscopio, ambos de tres ejes, que miden y analizan cada movimiento e inclinación del aparato y rectifican su posición gracia a un piloto automático que le mantiene en una altitud constante cuando está en modo avión, sin intervención del piloto.
En modo cuadricóptero, el Swing se sirve de una cámara que cada 16 milisegundos compara una imagen del terreno con otra anterior para determinar la velocidad. La misma cámara se puede emplear además para sacar fotos del suelo o el horizonte, que se graban en la memora flash de 1Gb con la que está equipado.
El aparato está disponible desde este mismo mes de septiembre a un precio de 139 euros. El Mambo, por su parte, cuesta 119 euros.
El aparato está disponible desde este mismo mes de septiembre a un precio de 139 euros. El Mambo, por su parte, cuesta 119 euros.
Imagen: Parrot
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