Las explosiones provocadas crearon alarma entre los habitantes de Florida, que creyeron que se trataba de terremotos
La Marina de EE.UU. sometió a una inusual prueba de choque a uno de sus nuevos buques de combate litoral, llamado Jackson. La embarcación, de clase Independence, fue diseñada para resistir explosiones bajo el mar durante una guerra submarina, y la Armada decidió poner a prueba esta capacidad.
Las explosiones llevadas a cabo por los militares —o al menos una de ellas— fueron tan potentes que muchos habitantes de la costa de Florida se dirigieron al Servicio Geológico de EE.UU. para preguntar si se había producido un terremoto, revela la revista 'Popular Mechanics'.
Los test tuvieron lugar entre los pasados meses de junio y julio, pero solo la semana pasada la Marina hizo público un vídeo que muestra el ejercicio desde diferentes puntos de observación. Al verlo, se entiende el motivo de preocupación de los vecinos de Florida.
Las cargas explosivas fueron detonadas bajo el agua a varias profundidades y tenían distinto peso, de 900 a 4.500 kilos. A juzgar por la columna de agua que se aprecia en el video, que se eleva muy por encima del barco, los periodistas de 'Popular Mechanics' han deducido que la imagen corresponde al momento de la detonación del mayor de los explosivos.
Fuentes militares admitieron que el buque sufrió daños ligeros. Sin embargo, regresó por si solo al puerto de Mayport, en Jacksonville, noreste de Florida.
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