Vilna, Lituania | AFP.
Estados Unidos se plantean enviar temporalmente una batería de misiles tierra-aire Patriot a los países bálticos para unos ejercicios de la OTAN de este verano, indicaron responsables estadounidenses de defensa en Vilna.
Este despliegue de materiales de defensa antiaérea se produciría en el marco de unos ejercicios plurinacionales, precisaron a los periodistas el martes por la noche.
En un contexto de fuerte tensión con Moscú, Rusia ha programado para septiembre importantes ejercicios militares en Bielorrusia y en el enclave de Kaliningrado, situado entre Lituania y Polonia.
Con motivo de estos ejercicios rusos, llamados "Zapad" (oeste), se presentaran nuevos materiales y se modernizarán los ya desplegados en la región militar del oeste de Rusia, explicaron ambos responsables.
El año pasado, Moscú desplegó en Kaliningrado misiles Iskander capaces de transportar ojivas nucleares, lo que indignó a los vecinos del enclave, miembros de la OTAN.
El secretario estadounidense de Defensa, Jim Mattis, se encontraba el miércoles en Lituania para reunirse cerca de Vilna con los soldados de un batallón multinacional conducido por los alemanes y compuesto por belgas y holandeses.
"Cualquier refuerzo de las fuerzas de combate de los rusos en una región en la que saben -y todos lo sabemos- que no están amenazados por lo que hagamos en Lituania o en otras partes de países democráticos, cualquier refuerzo de este tipo es, simplemente, desestabilizador", declaró Mattis en una conferencia de prensa junto a la presidenta lituana Dalia Grybauskaite.
Sin embargo, se negó a aclarar si Vilna había pedido que los Patriot fueran desplegados de forma permanente.
"Tomaremos decisiones al consultar con el gobierno lituano", se limitó a responder. "Todo el mundo sabe que esto no entraña una capacidad ofensiva".
Fabricadas por el estadounidense Raytheon, las baterías tierra-aire Patriot son unos artefactos móviles destinados a interceptar misiles balísticos tácticos, misiles de crucero y aviones.
El viaje de Mattis a Lituania constituye su primera visita a Europa del Este desde que asumiera sus funciones en el Pentágono. Su reunión con la presidenta Grybauskaite, abiertamente crítica con su homólogo ruso, Vladimir Putin, podría interpretarse como un mensaje indirecto para el Kremlin.
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