Estos sumergibles pueden ser utilizados para operaciones especiales, como guardacostas, para destruir submarinos y barcos enemigos, e incluso portar a misiles de crucero Kalibr.
Los equipos y medios de transporte de comandos especiales submarinos hasta las costas enemigas se desarrollan de tal manera que se garantice no solo que lleguen lo más rápido posible al lugar de su misión, sino que también lo hagan sin ser detectados.
Durante la Guerra Fría, tanto la Marina de Estados Unidos como la de la URSS utilizaban pequeños submarinos para transportar a sus grupos de hombres rana a la zona de sus operaciones.
Contrariamente a la creencia popular, estos sumergibles 'subversivos' no han perdido su relevancia hoy, indica el portal militar ruso Zvezdá en un artículo dedicado al desarrollo de nuevos minisubmarinos para operaciones especiales.
Rusia ya había desarrollado a finales de la década de 1980 un proyecto de submarinos llamados Piraña, construyendo dos de estos sumergibles con capacidad de desplazar 320 toneladas. Tenían 28,3 metros de eslora y podían navegar a una velocidad de hasta siete nudos y descender a 200 metros de profundidad.
La primera y la principal diferencia de los submarinos clase Piraña con respecto a los de la generación anterior era su mayor desplazamiento. La capacidad de transportar a bordo pasó de dos o tres combatientes navales a un equipo de seis hombres rana, sin contar los tres miembros de la tripulación.
Nueva versión: nuevas posibilidades
La nueva versión del sumergible, además de contar tubos de torpedo para la salida y entrada de los comandos, tendría supuestamente capacidad de instalar misiles de crucero, aunque varias de sus características aún permanecen clasificadas.
Según los expertos, en el submarino podrían ser instalados hasta 4 misiles de crucero Kalibre-PL, cuya ventaja principal es que ofrece la posibilidad de ser montados en cualquier submarino con tubos del torpedo de un calibre de 533 milímetros.
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