La producción de aceite de palma es vital para la economía de Malasia. Malasia representa actualmente el 39% de la producción mundial de aceite de palma y el 44% de las exportaciones mundiales.
Si se tienen en cuenta otros aceites y grasas producidos en el país, Malasia representa el 12% y el 27% de la producción total mundial y las exportaciones de aceites y grasas. Ahora, Malasia está buscando extraer los beneficios del aceite de palma más allá de las necesidades de las empresas y trata de aprovechar sus amplios recursos de aceite de palma para apoyar la adquisición militar.
Teresa Kok, Ministra de Industrias Primarias de Malasia, dijo que el comercio compensatorio de aceite de palma a cambio de material salvaría puestos de trabajo locales, preservaría el presupuesto del estado, así como reforzaría las capacidades militares. "Acogemos con gran satisfacción estos acuerdos de compensación comercial, que también nos ahorrarán divisas al mismo tiempo que impulsarán la venta de nuestro aceite de palma", dijo Kok en comentarios difundidos por los medios de comunicación locales el 17 de abril.
El aceite de palma es uno de los productos básicos más importantes de Malasia, contribuyendo casi un 5% al PIB del país con exportaciones en 2018 por valor de 62.700 millones de rials (15.000 millones de dólares). Kok hizo el comentario en referencia a las conversaciones de defensa previstas entre Malasia y Rusia durante la visita de cuatro días del Ministro de Defensa Mohamad Sabu a Moscú a partir del 20 de abril.
Rusia es uno de los mayores clientes de Malasia para la exportación de aceite de palma y recientemente ha declarado su disposición a aceptar aceite de palma a cambio de equipo militar. Kok dijo que otros países que están igualmente abiertos a acuerdos de comercio compensatorio con Malasia incluyen a China, India, Irán, Pakistán, Turquía, África y Oriente Medio.
Las exportaciones de aceite de palma de Malasia a países europeos se han visto complicadas por la decisión adoptada en 2017 por el Parlamento Europeo de prohibir el uso de aceite de palma en los biocombustibles europeos para 2020, alegando preocupaciones medioambientales.
En cuanto al comercio de defensa, las ramificaciones para Malasia fueron destacadas en marzo por el Primer Ministro de Malasia, Mahathir Mohamad, quien indicó que la prohibición europea podría influir en las decisiones de contratación pública. "Si siguen tomando medidas contra nosotros, pensaremos en comprar aviones de China o de cualquier otro país", dijo la agencia oficial de noticias Bernama.
El comercio compensatorio es una de las diversas opciones que ofrece la contratación pública de defensa de Malasia y las normas de colaboración industrial conexas. El método de pago se enumera como una de las diversas actividades a través de las cuales los exportadores de defensa pueden cumplir las obligaciones de cooperación industrial. Esta estrategia -apoyada por el Programa de Colaboración Industrial (ICP) del gobierno malasio- también incluye actividades como la transferencia de tecnología, la producción local y la exportación de equipos de defensa.
Análisis
Viktor Kladov, director de cooperación internacional y política regional del holding industrial de defensa Rostec de Rusia, dijo: "El aceite de palma tiene muchos usos. Nos hemos reunido con los ministros malasios y hemos dejado muy claro que Rusia está dispuesta a aumentar drásticamente sus importaciones de aceite de palma malasio si contribuye a los esfuerzos de Malasia por modernizar sus fuerzas armadas. Estamos muy dispuestos a cooperar"
Esta apertura a la cooperación con Malasia en materia de aceite de palma refleja la posición tradicional de Rusia. A principios de la década de 2000, por ejemplo, la Real Fuerza Aérea de Malasia (RMAF) adquirió 18 aviones de combate Su-30MKM en un acuerdo por valor de 3.420 millones de rublos (840 millones de dólares). Rusia adquirió aceite de palma malasio por un valor de 1.060 millones de rublos.
Malasia también está interesada en aprovechar las exportaciones de aceite de palma para apoyar su programa de adquisición de aviones de combate ligeros. Rusia ha posicionado su avión de entrenamiento avanzado Irkut Yak-130 para cumplir con este requisito.
Hay varios factores que impulsan a Malasia a tratar de aprovechar el aceite de palma a cambio de equipo militar. Entre ellos se incluyen la disminución de las ventas de aceite de palma (parcialmente afectadas por la prohibición europea), los miles de puestos de trabajo en Malasia que dependen del aceite de palma, la necesidad de reforzar los esfuerzos de modernización militar de Malasia, y la disminución del presupuesto de defensa de Malasia.
El presupuesto de defensa del país para 2019 se fijó inicialmente en 13.910 millones de rials, lo que supone una disminución interanual del 10%, su nivel más bajo desde los años ochenta. Desde entonces, el presupuesto de defensa se ha incrementado a 15.500 millones de rublos, pero también está por debajo de los niveles de gasto de hace unos años.
Los recortes de defensa han sido una respuesta de los sucesivos gobiernos que han emprendido un proceso de consolidación fiscal destinado a eliminar el déficit presupuestario del país -que ascenderá al 3,4% del PIB en 2019- y a reducir la deuda soberana.
Crédito de la foto: Shutterstock
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