Las noticias más importantes relacionadas con la Guerra de Ucrania son cada vez más noticias que no tienen nada que ver con Ucrania. Puede parecer un contrasentido, pero las declaraciones hechas desde el seno de la Unión Europea sobre la intención de reducir a cero la dependencia respecto del petróleo y del gas rusos para finales de 2027 son, en potencia, más importantes que las batallas que estamos viviendo estos días.
La situación relativa a Transnistria (Moldavia) tampoco deja de enrarecerse, aunque podría ser una simple maniobra rusa para fijar tropas ucranianas en el Oeste. Sobre el terreno, continúan los duelos artilleros y el estancamiento, mientras Rusia continúa atacando la infraestructura ferroviaria de Ucrania.
En las últimas horas apenas se han producido cambios de posiciones en Ucrania, continuando en términos generales la situación igual que ayer. Desde el punto de vista militar la novedad más reseñable de estos días pasa por el énfasis que Rusia está poniendo en la destrucción de los nudos ferroviarios ucranianos y de algunos cuellos de botella de su red de ferrocarriles. Si ayer, al redactar el informe, teníamos noticias de ataques sobre tres nudos en el centro del país, la cifra ha ido creciendo y se han atacado entre otros el puente de Zatoka, en la región de Odesa, crucial al permitir el paso de las mercancías llegadas por tierra desde Rumanía.
Ahora bien, militarmente la forma en que Rusia está llevando a cabo estos ataques es bastante deficiente. El empleo de misiles de crucero contra este tipo de infraestructuras es un error. La carga bélica que transportan es limitada, igual que los daños y no está pensada contra objetivos como vías o puentes, en los que gran parte de la energía de la explosión se pierde. El ataque al puente de Zatoka es buen ejemplo de ello, pues ha dejado prácticamente intacta la parte del mismo que soporta las vías férreas y el resto sin duda podrá ser apuntalado y reparado en un plazo muy corto. Los efectos sobre las vías son todavía menos importantes, pues sustituir los raíles o las traviesas es relativamente sencillo y en pocas horas los ucranianos pueden devolver las instalaciones al servicio.
Para hacerlo a conciencia, Rusia tendría que utilizar bombarderos pesados y destrozar por completo los puentes, así como áreas enteras en los nudos de comunicaciones ferroviarios, dificultando cualquier posible reconstrucción o haciéndola imposible. Mientras tanto, la campaña de bombardeos -que debió haberse acometido al principio de la contienda- será una molestia para Ucrania, pero difícilmente será decisiva. No enfocada de esta forma, empleando armamento de gran coste, para causar daños menores.
🇷🇺🔥🇺🇦 #Rusia vs #Ucrania (día 62) - Rusia habría atacado con misiles el puente ferroviario de #Zatoka, en la región de #Odessa y crucial para la conexión con #Rumanía.
— Revista Ejércitos (@REjercitos) April 26, 2022
🟥 Las vías parecen haber sobrevivido a las explosiones.
➡️ Localización: https://t.co/kSkwruFIAa pic.twitter.com/9gX5SeLiCp
Pasando a hablar de Transnistria, a las explosiones de ayer en las instalaciones de Ministerio de Seguridad se ha sumado hoy el derribo de dos antenas de radio en Mayak, al parecer sin que se hayan registrado heridos. La amenaza sobre esta controvertida región, presa de un conflicto que Rusia ha mantenido congelado desde los años 90, parece ahora mismo difícil de ejecutar.
Está claro que tras los anuncios de días anteriores sobre la intención de crear un corredor desde Rusia hasta Transnistria -para lo que sería necesario conquistar las óblast de Nikolayev y Odesa-, aumentar las tensiones en la región y plantear la posible amenaza, servirá para mantener tropas ucranianas al sudoeste de Ucrania. Un papel parecido al que ha ejercido la Armada Rusa fijando a las unidades lejos del frente principal, aunque ahora la amenaza de un desembarco, tras lo ocurrido en Berdyansk y con el crucero Moskva, parece demasiado remota.
Respecto a abrir realmente un nuevo frente, podría ser complicado para Rusia, pues las tropas que mantiene allí acantonadas son escasas y no son de primer nivel, trasladar tropas desde Ucrania parece una quimera ahora mismo y si sale mal correría el riesgo de perder su influencia en la zona. Huelga decir que se encontraría con un apoyo europeo decidido en favor de Chisináu. Tengamos en cuenta que Moldavia ya ha presentado la primera parte del cuestionario necesario para que se le conceda el estatus de candidato a la adhesión a la UE, al igual que la propia Ucrania (lo que obviamente no quiere decir que obligatoriamente vayan a llegar a integrarse), una estela que previsiblemente seguirá Georgia. Dos más de los escenarios en los que se está librando una guerra que en muchos sentidos va mucho más allá de Ucrania y que tiene que ver con las áreas de influencia de Rusia y la UE y el papel que unos y otros esperan tener en el futuro, en un marco de competición entre grandes potencias.
En relación con esta competencia, el tema del petróleo y el gas ruso es determinante, pues va mucho más allá de las sanciones y supone una apuesta radical de la Unión Europea por dar el salto hacia otras fuentes de energía, lo que tendría como consecuencia (y como razón de ser), una mayor libertad de acción, en el sentido de mayor «Autonomía Estratégica«.
Es decir, que si realmente la Unión Europea -y está por ver los costes, que pueden ser altísimos en términos económicos y sociales- logra liberarse de la dependencia del petróleo y el gas ruso, las oportunidades de que Moscú influya sobre la UE serán cada vez menores. Potencialmente, de todas las medidas tomadas por los líderes europeos, esta es la más disruptiva. Que llegue a implementarse por completo es harina de otro costal.
Por lo demás, la guerra continúa su curso, convertida en un duelo artillero con intentos periódicos de asalto. Hoy se habrían producido, una vez más sin éxito, en Popasna y en Rubizhne, localidades que como Mariúpol, terminarán la guerra convertidas en símbolos, dado el grado de destrucción que se está alcanzando.
Como puede verse en la imagen anterior, los bombardeos reportados en las últimas horas se reparten de forma bastante homogénea por buena parte de la línea del frente, situación que lleva reproduciéndose ya un tiempo.
En lo concerniente al análisis por regiones, en las últimas horas se habrían producido los siguientes movimientos:
Óblast de Lugansk: Prosiguen los bombardeos sobre Rubizhne, Sievierodonetsk, Lysychansk y Popasna, con combates en el interior de esta población, así como de Rubizhne. Rusia habría logrado completar la toma de Novotoshkivs’ke, ahora ya fuera de toda duda.
- Óblast de Zaporiyia: Sin movimientos.
- Óblast de Jersón: Sin movimientos.
- Óblast de Nikolayev: Sin movimientos.
Contexto internacional, diplomacia y sanciones
Para la jornada de hoy se esperaban principalmente dos reuniones de alto nivel. De un lado, el encuentro entre el secretario general de Naciones Unidas Antonio Guterres y el presidente de Rusia, Vladímir Putin. De otro, la reunión auspiciada por Estados Unidos en la base militar de Ramstein en Alemania y a la que debían acudir una treintena de naciones.
En lo que respecta a la primera de las reuniones, Antonio Guterres tras reunirse ayer con el presidente de Turquía en Ankara ha viajado hasta Moscú.
El presidente de Rusia durante esta conversación ha manifestado que aún espera negociar un acuerdo pacífico con Ucrania y destaca que en las conversaciones mantenidas en Estambul lograron un “gran avance”. No obstante, insiste igualmente en que Ucrania se habría retractado de los acuerdos tentativos acordados en dicha ronda cambiando su posición en las negociaciones. Concretamente, en lo que concerniente al estatus de Crimea y a las regiones de Donetsk y Lugansk.
Fuente:https://www.revistaejercitos.com
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