Los aviones de combate rusos, Sukhoi Su-34, durante un desfile en Moscú. (Foto: Reuters)
Un informe de la OTAN prevé que la nueva estrategia rusa sería reservarse fuerza aérea para lanzar ataques contra países miembros del bloque.
El Colegio de Defensa de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), en un informe titulado “Las fuerzas armadas de Rusia después de Ucrania: abajo, pero no fuera”, publicado este miércoles, hace un análisis de la situación actual de las fuerzas rusas en la operación en Ucrania y cómo podría conducir a un nuevo ataque a los países miembros del bloque militar.
El informe sostiene que, a pesar de las pérdidas que supuestamente ha sufrido Rusia en términos de personal y armamento militar, el país euroasiático aún “no ha utilizado todo su potencial militar” en su operación militar en Ucrania, en curso desde febrero de este año.
Considerando el uso limitado del poderío aéreo, el despliegue gradual de sistemas de armas menos precisos en Ucrania, o lo que parecen ser ataques moderados en el ciberespacio, se puede afirmar que “la narrativa oficial rusa es casi siempre defensiva, pero la esencia del enfoque de Moscú es cambiar el statu quo. En este contexto, un ataque contra un país de la OTAN sigue siendo una posibilidad”, concluye el informe.
Este documento llega en momentos de alta tensión entre Rusia y el Occidente después de que Moscú dio inicio a operaciones militares en Ucrania tras el rechazo de Estados Unidos y la OTAN a las garantías de seguridad demandadas por Moscú.
De acuerdo con las autoridades rusas, la operación en Ucrania tiene como objetivo “desmilitarizar” y “desnazificar” el país eslavo y evitar que la OTAN, encabezada por Estados Unidos, lo conviertan en una base antirrusa.
De hecho, Moscú denuncia que la Alianza Atlántica está luchando contra Rusia con las manos del país europeo, pese a que niega su participación directa en el conflicto entre Moscú y Kiev.
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