LPO - Marcos Peña e Ibarra lo maniataron y se le fueron 5 directores. Rebelión porque querían cerrar el comedor
El ministerio de Defensa aún no arrancó a funcionar y ya se fueron cinco directores nacionales porque el radical Julio Martínez no consiguió nombrarlos debido a la restricción que impusieron Marcos Peña y Andrés Ibarra.
El riojano Martínez es el más perjudicado de los ministros radicales, que se reunirán hoy en el Comité de la UCR Capital para desahogarse y la semana que viene le pedirán a Rogelio Frigerio un lugar más decoroso en la mesa de decisiones del Gobierno.
Las contrataciones que intenta realizar el ministro de Defensa están frenadas por las disposiciones del ministro de Modernización y el jefe de gabinete.
A las tres secretarías les faltan nombrar casi todos los directores por las trabas que impuso el combo de decretos del Ejecutivo.
Las trabas
Uno es el de Mauricio Macri que prorrogó los cargos hasta el primero de marzo para revisión, que motivó que los empleados de anterior gestión deambulen con sus computadoras porque los nuevos ocuparon las oficinas, aunque todavía ninguno de los nuevos empleados cobró un peso.
El otro decreto que maniató a Martínez es el que estableció que los nuevos empleados deben tener la autorización de Peña, mientras que también complicó las designaciones el decreto que prohíbe los convenios con universidades, que facilitaba que el personal cobre hasta que se firme un contrato normal.
En este contexto, el éxodo de directores sin nombrar afectó principalmente a la secretaría de Estrategia y Asuntos Militares de Ángel Tello y a las administraciones descentralizadas. En tanto que a Héctor Lostri, secretario de Ciencia, Tecnología y Producción para la Defensa, que administra Fabricaciones Militares, tampoco pudo nombrar directores y se quedó sin gente ya que echó a varios "ñoquis". El secretario de Emergencias, Walter Ceballos, también tuvo problemas para armar su equipo.
En el ministerio se quejan además de que la cartera de Seguridad de Patricia Bullrich absorbió varias de las funciones que esperaban tener bajo la órbita de Defensa.
Con la comida no se jode
El clima tenso que hay en el ministerio por la incertidumbre de los nombramientos tuvo su peor momento ayer, cuando por poco no hubo una rebelión luego de que las autoridades quisieran cerrar el comedor.
En el comedor del ministerio almuerzan gratis tanto civiles como militares, que pueden disfrutar de un modesto menú que sin embargo tiene entrada, plato, postre y agua.
La carta suele variar entre fideos con algo de tuco, carne con papas, pizza, empanadas y polenta.
“Casi vuelven los carapintadas, con la comida no se jode”, relató a LPO uno de los nuevos funcionarios del ministerio.
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