Ante el avance imparable de las organizaciones de narcotraficantes que penetran impunemente las fronteras nacionales y el incremento notable de la violencia en las ciudades argentinas, producto de ese mismo negocio de la droga, el presidente Mauricio Macri decidió solicitar apoyo externo para combatir este flagelo. Si no se detiene a tiempo podría convertir a la Argentina en otro de los países del continente en que las fuerzas de seguridad y policiales están completamente infiltradas por el narco, y aun las mismas Fuerzas Armadas corren el riesgo de seguir los mismos pasos.
Ya el primer mandatario dispuso avanzar fuertemente con su compromiso de lucha frontal contra el terrorismo y el narcotráfico, aun con el apoyo de las instituciones castrenses, que recordemos no pueden actuar en el ámbito interior, solamente en misiones de apoyo logístico para con las fuerzas policiales. Argentina, quizás por su pasado, es uno de los pocos países del continente, o el único, donde los militares tienen vedado cualquier intervención en la lucha contra la delincuencia organizada, el terrorismo o las bandas de delincuentes narcos. Las FFAA solo pueden brindar apoyo en aquellas zonas fronterizas por medio de un apoyo logístico por medio de lanchas, helicópteros o aviones, pero nada de intervenir.
Foto: Cada vez hay mas narcotraficantes en el pais
La cartera de Defensa de la anterior administración ordenó patrullajes acompañados por efectivos de Gendarmería, Prefectura o Policía –los únicos en capacidad legal de efectuar un arresto- pero dichas movilizaciones, que fueron muy bien planificadas y realizadas por el Ejército Argentino, fracasaron por la falta de colaboración de las fuerzas de seguridad y policiales, ya compradas por el narcotráfico, o la incapacidad propia de los efectivos policiales, que no podían seguir el paso de los militares.
Foto: En los barrios marginales el narcotrafico hace pie
En la actualidad el Ministerio de Seguridad intenta una coordinación con todos los organismos públicos para realizar operativos combinados en las áreas críticas de la frontera, con el fin de poder contener de alguna manera, el incesante mercadeo de drogas, provenientes de Bolivia y Paraguay mayormente. Las enormes distancias y zonas a vigilar conspiran contra cualquier plan estatal, la frontera quedo desguarnecida por completa con paupérrimas unidades de Gendarmería o Prefectura, con poco animo de operar firmemente, ya sus efectivos fueron trasladados a las ciudades nacionales, azotadas por la inseguridad.
Foto: En la frontera norte del pais el narco intrusiona cada vez con mas fuerza
De tal modo, los escuadrones fronterizos quedaron con esqueléticas formaciones, que no alcanzan ni para una guardia correcta, con personal desanimado y muchas veces ya comprado por el narco. La frontera norte con Bolivia es, directamente, un colador por el cual ingresan estupefacientes e incluso miles de personas indocumentadas que, tras pasar la línea fronteriza, se pierden en el interior del país para llegar a las urbes argentinas y convertirse en delincuentes o meros vendedores de baratijas. (Luis Piñeiro)
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